El Nobel de Economía dice que el país va a sufrir por la caída del comercio internacional. Piensa en un escenario global de deflación de precios y estancamiento. Por: Damián Migueles
"Hay un componente argentino en la crisis global: algunos países sufren igual que el nuestro en 2001", dijo Damián Migueles, economista.
Después de recibir la semana pasada el Premio Nobel de manos del rey de Suecia Karl Gustav. Paul Krugman discutió con alumnos y profesores de la Stockholm School of Economics. La actual crisis económica fue el tema dominante y durante un típico smörgåsbord (buffet) sueco, se explayó sobre la crisis mundial y su impacto sobre la Argentina. Pese a la alegría de haber ganado 10 millones de coronas (1,25 millones de dólares) por el premio, la sensación que dejó fue de un marcado pesimismo frente al futuro.
Para Krugman, la crisis actual tiene mucho de las crisis anteriores. En particular dice que Argentina dejó enseñanzas. "Letonia es La Nueva Argentina, con convertibilidad, posterior corrida bancaria y fuga de capitales. Luego cuando se devalúa la moneda la deuda denominada en moneda extranjera se hace impagable".
-En La Argentina como en otros países emergentes, la crisis ha tenido menor impacto que en muchos países desarrollados, ¿va a seguir así?
-Bueno, Argentina tiene una alta exposición al comercio internacional. Una caída fuerte del comercio va a afectar mucho a la región. Y el comercio va a caer porque cae la actividad económica.
-¿Cree que se avecina una crisis como la del 2001 en La Argentina?
En verdad no lo sé. Pero me da la impresión que el gobierno está manejando un poco mejor las cosas.
Cuando se le piden consejos concretos, Krugman bromea: "mejor me ahorro problemas y me amparo en que mi acuerdo con el New York Times me prohíbe asesorar" . Y si se le pregunta si hubiese aceptado un ofrecimiento de Obama, dice: "No, por el bien de mi país. Soy un mal administrador, un mal burócrata".
El Premio Nobel coincide con las políticas de salvataje del sistema financiero del actual gobierno estadounidense y piensa que haber dejado caer a Lehman Brothers, "fue un error". Krugman tampoco cree que sus modelos sirvan para entender todo lo que pasa ahora. "La economía como ciencia no necesariamente crea cimientos permanentes de conocimiento y predicción".
-¿Qué tan grande es esta crisis con respecto a otras?
-Es enorme! Y estoy preocupado. Los economistas que piensan que es un fenómeno interesante, son como un médico que dice "qué hermoso tumor". Sin una adecuada política económica puede ser peor a la del 30.
-¿En qué se diferencia esta crisis de la del 30?
-Tenemos más conocimiento sobre la economía, pero principalmente estamos políticamente mejor preparados. No hay dictaduras nacionalistas o fascistas y la coordinación y el entendimiento democrático están consolidados.
-¿Cuál es el origen de esta crisis?
-Un sistema financiero paralelo, que hace los negocios del banco, pero sin las regulaciones del tradicional "banco de mármol". Me culpo por no haberlo detectado a tiempo y hoy vemos una corrida bancaria, pero en vez de tener gente haciendo cola en las calles, están haciendo click con el mouse.
Paul Krugman entretiene, es articulado, hace chistes y mira a los ojos del público. Contrasta con la imagen privada de hombre tímido, según quienes lo conocen. Un compañero de estudios, lo describió como "un conjunto de un sólo elemento". Y su mundo privado parece ser acotado: no tiene hijos y fue a recibir el Premio con muy pocos allegados, además de su esposa. Todos saben que es adicto al trabajo, a tal punto que dice que ahora tiene que recuperar la semana "perdida" por el Nobel.
-¿Cuál es hoy el peor escenario para los países desarrollados?
-En el corto plazo podríamos ver que se repita el escenario japonés de los 90: bajas tasas de interés, inversión nula, deflación y estancamiento. Ya vimos que en esos casos bajar la tasa de interés no alcanza, la política monetaria no tiene efecto.
-¿Qué medidas de política son las adecuadas?
-Muchos países actúan adecuadamente con programas fiscales expansivos. Pero no está claro como invertir de la manera más eficiente el dinero de los contribuyentes. Lo que si es importante, dado el nivel de comercio, es que las medidas sean coordinadas, si no se corre el riesgo de que nadie lo quiera hacer: Si sube el gasto en Francia, una gran parte de ese gasto se destina en productos alemanes. Los franceses van a dudar en hacerlo a menos que los alemanes hagan lo mismo. Y los alemanes no están cooperando.
-¿Espera ver mucha intervención estatal?
-Si, veremos nacionalizaciones.
-¿Revive el Keynesianismo?
-Las ideas monetaristas pierden terreno frente al keynesianismo. Parte del problema es que la economía monetaria perdió anclaje con la economía real. Milton Friedman, por ejemplo, estaba en contra de la intervención del estado; yo no, porque lo asocio el estado de bienestar y al sistema de salud.
-Pero con los altos déficits que ya tienen los EEUU, ¿no le preocupan los déficits que estos programas acarrean? ¿Y por cuánto tiempo hay que llevarlos adelante?
-En EE.UU. se habla de destinar un 4% del PBI este año y de 7-8% el próximo. Goldman Sachs pronostica que el PBI podría caer un 9%. El 4% es entonces un precio barato. Si el desempleo llega a dos dígitos, 12 millones de norteamericanos estarán por debajo de la línea de pobreza y 10 millones sin cobertura médica.
(Publicado en Clarín. Martes 16-12-2008)
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