LONDRES.- En un nuevo llamado que busca mitigar los devastadores efectos que podría tener la crisis financiera en 2009, el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, instó ayer a los países más industrializados a implementar planes de estímulo económico más ambiciosos y bajar los impuestos, porque, de lo contrario, el año próximo será aún peor de lo previsto.
"Anticipamos un muy mal 2009, con una recesión en la mayoría de las economías desarrolladas, y un menor crecimiento en las economías emergentes", declaró Strauss-Kahn, en una entrevista con la BBC.
"Estoy especialmente preocupado por el hecho de que nuestros pronósticos, ya muy oscuros, sean aún más si no se implementa un estímulo fiscal suficiente", añadió el funcionario francés.
El FMI recomienda políticas de estímulo -aumento del gasto público y recortes impositivos temporarios- por un valor de 120 billones de dólares, el 2% del producto bruto interno (PBI) mundial, para reducir el riesgo de una recesión global.
Reunidos en una cumbre el 15 de noviembre en Washington, los dirigentes del G-20, el grupo de los principales países industrializados y emergentes, se comprometieron a adoptar planes para estimular la economía mundial.
"Veo que se han anunciado medidas, pero temo que sean insuficientes", advirtió Strauss-Kahn. "La amenaza es tal que hoy sólo pienso en dos problemas: el aumento del déficit, que nunca es bueno, y la lucha contra la recesión, que es peor. Debemos elegir la menos mala de las soluciones", dijo.
Gran Bretaña ya anunció estímulos fiscales por alrededor de un 1 por ciento del PBI, y, pese a los niveles "inquietantes" de deuda pública, Strauss-Kahn dijo que endeudarse más es, hoy en día, el mal menor.
"La cuestión de tener descontento social ha sido enfatizada por los periodistas, y entiendo eso, pero es sólo una parte del problema", dijo el funcionario. "El problema es que la sociedad entera va a sufrir", agregó.
El director del Fondo también dijo entender las reticencias de algunos países, como Alemania, a la hora de dar rienda suelta al gasto público.
"Respeto el punto de vista tradicional de los alemanes, pero pienso que estamos en un momento en que deberíamos ser más imaginativos que lo que fuimos en el pasado", declaró Strauss-Kahn.
En ese sentido, el equipo del presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, ratificó ayer que el sucesor de George W. Bush tiene previsto implementar a partir del 20 de enero próximo un plan de reactivación de 850.000 millones de dólares (ver aparte).
Por otro lado, fuentes oficiales informaron ayer que el gobierno de Japón está preparando un presupuesto de más de un billón de dólares para 2009, con el fin de reactivar la segunda economía del planeta, afectada por recesión. La propuesta del Ministerio de Finanzas japonés de presupuesto para el año fiscal de 2009 supone un aumento del 6,6% con respecto al de 2008 y es el mayor en toda la historia del país.
La semana pasada, el FMI ya había alertado que su pronóstico sobre la economía para 2009 será peor de lo previsto en sus últimos informes.
El propio Strauss-Kahn dijo el lunes pasado en Madrid que el próximo informe del FMI podría pronosticar un crecimiento económico de cerca del 5% para China en 2009, un descenso notable desde el informe de noviembre, cuando se estimó un crecimiento del 8,5%. Más agresivamente
Las advertencias de Strauss-Kahn siguieron la línea de las formuladas el miércoles pasado por el primer subdirector del FMI, John Lipsky, que instó a las principales economías a actuar más agresivamente para alentar a los bancos a volver a prestar dinero. En ese contexto, dijo que el recorte de tasas de la Reserva Federal estadounidense a cerca de cero fue útil, pero instó a una acción más amplia y completa, incluido un estímulo fiscal que dure más de uno o dos trimestres.
En tanto, en otra advertencia sobre los efectos de la crisis, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, alertó ayer que se podrían endurecer las medidas proteccionistas y los países podrían cerrarse a la inmigración.
"Obviamente que, en situaciones de crisis, los riesgos de medidas proteccionistas y de cierre son siempre mayores. Y nosotros tenemos que hacer todo lo posible para evitar que eso suceda, ya sea en Europa o en el resto del mundo", advirtió.
"Es una tentación que debe ser evitada", añadió el representante europeo, que se encuentra en Río de Janeiro para participar hoy de la II Cumbre Brasil-UE.
En su opinión, nuevas restricciones a la migración, así como una nueva ola proteccionista, serían algo "negativo, dramático incluso para el mundo". Recordó que, durante la crisis económica de 1929, las medidas proteccionistas que se adoptaron empujaron la recesión hacia una Gran Depresión.
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