En mi carácter de ex miembro del Grupo Fénix y aun cuando estoy desde hace tiempo desvinculado del mismo, no puedo menos que responder brevemente a la nota publicada por el ex ministro de Economía, Dr. Domingo Cavallo, con el único propósito de corregir el argumento central de la misma, cual es demonizar al Grupo con el pretexto de hacerlo responsable del derrumbe del régimen de Caja de Conversión implantado a principios de 1991.
En efecto, en LA NACION del 22 de noviembre pasado, el ex ministro afirma temerariamente que "los ideólogos del Plan Fénix impulsaron el abandono de la convertibilidad y promovieron la pesificación de los depósitos y contratos en dólares con fuerte devaluación del peso".
Lo cierto es que el sistema se cayó antes de que el Grupo cuestionara el régimen monetario-cambiario de marras, aunque pudiera creerse, como en mi caso, que podría haber servido como solución de corto plazo, mas no como opción definitiva de política económica, tal cual lo expreso en mi obra "La economía de los 90", publicada por Macchi a principios de 2000.
El corralito, el corralón, el megacanje, entre otros auxilios ideados para salvar al régimen, son testimonios incuestionables de la vulnerabilidad que afectaba al mismo, es decir, antes de que el Grupo Fénix instalara sus consideraciones en el público, que por lo demás, estaban dirigidas a llenar un vacío intelectual que desafiaba el porvenir de la República.
Un pequeño grupo de profesores titulares por concurso de la UBA encaró la tarea no ideológica sino técnica para salir del marasmo ahijado del régimen. Después de la liquidación de activos nacionales y de agotado el financiamiento externo, son las insolvencias externa y fiscal las causas determinantes de un derrumbe largamente anunciado. Otra interpretación constituiría un engaño a una opinión pública fatigada de tantas magias y utopías.
* El autor es economista
Reactivación de demanda versus desinflación
Hace 1 mes
No hay comentarios:
Publicar un comentario