En el último mes, además de cumplir con mis obligaciones docentes en la Universidad de Yale y de dictar conferencias en República Dominicana, Colombia y los Estados Unidos, estuve escribiendo sobre la Crisis en Europa. No subí antes mis artículos al blog porque los escribí en Inglés y no tuve tiempo de traducirlos. Hoy decidí de todas maneras hacerlo, porque estoy seguro que alguno de los colaboradores habituales del blog me ayudará con la traducción. Voy a tratar de trasmitirles en forma breve el contenido de esos artículos.
Cuando estuve en Grecia, los últimos días de Agosto, acentué mi convicción sobre el desastre que sería para ese país, para Europa y para el Mundo que Grecia defaulteara su deuda y “dragmizara” su economía. Sería cometer el mismo error que cometió nuestro país cuando defaulteó su deuda, pesificó su economía y produjo la terrible devaluación de 2002. Las consecuencias para Grecia serían tan malas como lo fueron para Argentina, pero las consecuencias para Europa y para el Mundo serían mucho peores que los efectos que tuvo sobre nuestros vecinos el mal paso argentino.
Lamentablemente no sólo nuestra Presidente y algunos economistas locales le recomiendan a Grecia que nos imite. También lo hace Nouril Roubini, el prestigioso profesor de New York University que predijo la crisis de las hipotcas en Estados Unidos. Hace pocas semanas publicó en su blog y en el Financial Times un artículo que se titula “Grecia debería defaultear su deuda y salirse del Euro”. Yo, que había estado una semana antes en Grecia advirtiéndoles sobre las consecuencias que tendría para esa Nación seguir los mismos pasos que Argentina en 2002, me sentí en la obligación de escribir un artículo respondiendo a la propuesta de Roubini. Este artículo se titula “Grecia debe reestructurar su deuda pero permanecer en el Euro”.
Mi argumento es que abandonar el Euro significaría para Grecia reemplazar las reformas que necesita hacer para recuperar de manera sostenida su competitividad por una devaluación que destruiría el ahorro de las clases medias de Grecia y que reintroduciría la inflación en su economía.
En ese artículo sostengo que el crecimiento de Argentina posterior al 2002 se explica por la capacidead productiva disponible gracias a las reformas económicas de los 90’s y al mejoramiento de los términos del intercambio externo que no se debieron a la devaluación del Peso sino a la depreciación del Dólar y al crecimiento de China, fenómenos que no tienen porqué repetirse en relación a Grecia. Y si se repitieran, harían igualmente innecesario que Grecia se retirara del Euro.
Roubini en su descripción de la recuperación Argentina despues de 2002 se olvida de que en ese año las exportaciones fueron inferiores a las del 2001 y la recuperación desde 2003 en adelante, en volúmen físico, sólo rerpodujo el ritmo de crecimiento de las exportaciones durante los 90’s. El mayor crecimiento del valor de las exportaciones en dólares fue puro efecto precio.
Además, como Grecia aún tiene que introducir todas las reformas que en Argentina, durante los 90’s, produjeron un fuerte aumento de la productividad, es mucho mejor que aproveche la crisis para llevar a cabo esas reformas y no que esconda toda su ineficiencia bajo la alfombra de la inflación.
Los únicos beneficiarios de una salida de Grecia del Euro serían los griegos muy ricos, que ya sacaron de Grecia sus capitales y aún tienen fuertemente endeudadas a sus empresas. Ellos se beneficiarían de una “dragmización” porque además de licuar sus deudas podrían luego utilizar los Euros que tienen en el exterior para comprar los activos devaluados de Grecia. Esto daría lugar a una fuerte redistribución regresiva de la riqueza, porque la fuente de financiamiento de este beneficio para los ya poderosos no sería otra que la caída generalizada de los ingresos del pueblo griego y de la evaporación de los ahorros de quienes aún los mantienen en Grecia.
Hice esta misma argumentación en una conferencia que pronuncié en la Universidad de Yale sobre “La crisis en Europa: lecciones de la experiencia de América Latina” y en una mesa redonda en la que participé en la Universidad de Kiel, en Alemania.
Me siento en la obligación de bregar porque desde el exterior no le hagan a Grecia lo que le hicieron algunos economistas académicos y las autoridades del FMI a la Argentina en Noviembre y Diciembre de 2001: brindaron apoyo intelectual y material a los golpistas y devalúo-maníacos que querían licuar sus deudas y revalorizar los dólares que habían sacado al exterior para consolidar su poderío mientras el pueblo se hundía en un pozo de angustia y de pobreza. Ojalá Grecia logre evitar tan triste destino.
Reactivación de demanda versus desinflación
Hace 1 mes
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