La inflación es un robo que se hace provocando que con el dinero ahorrado se puedan comprar menos cosas, por ejemplo, 23 % menos de cosas al cabo de 12 meses de ahorrar, aun tomando en cuenta el interés pequeño que rinden las cuentas de ahorro.
Como el beneficiario de esta política es el Gobierno, éste "recauda" esa diferencia bajo la forma de " impuesto inflacionario". ¿Cómo hace para recaudar esa diferencia? Pagando gastos del Tesoro sin haber reducido, mediante impuestos, la capacidad adquisitiva de las familias o las empresas.
Mediante adelantos transitorios u otros mecanismos similares, el Banco Central le da esa posibilidad al Gobierno. ¿Qué ocurre entonces? El poder adquisitivo del conjunto de la sociedad (familias, empresas y gobierno), es decir, la demanda agregada monetaria crece a mayor ritmo que la oferta de bienes y servicios y, por lo tanto, los precios se inflan en la misma proporción. Por eso, llamamos a este proceso con el nombre de "inflación". Es un fenómeno monetario, aunque puede tener mecanismos de propagación diversos.
Si la inflación fuera un color, la Argentina estaría en rojo, Brasil casi verde y muchos países en verde. Pero ninguno en blanco, es decir, sin inflación. No siempre fue así, pero la inflación es un mal de nuestro tiempo.
¿La inflación afecta el crecimiento económico? Sí, en los primeros momentos lo favorece
Para moderar el robo anual a la población mediante este mecanismo, algunos países utilizan "metas de inflación", que es aceptada por la mayoría de los economistas. Es como decir, "dado que no podemos eliminar la inflación, al menos que todos sepan cuánto le vamos a sacar este año". Para poder aplicar estas políticas, el Banco Central tiene que armonizar muchas variables con el Estado y esto requiere bastante tiempo de preparación, decisiones y disciplina posterior en la ejecución. En este momento, en la Argentina esa política no es fácilmente aplicable.
¿La inflación afecta el crecimiento económico? Sí, en los primeros momentos lo favorece, pues la gente no quiere ahorrar en pesos, dado que pierde bastante y entonces compra bienes, especialmente durables, para protegerse de la pérdida de valor del dinero. Esto mejora la demanda y el crecimiento. En la segunda fase, como ya hemos consumido buena parte del ahorro, las corrientes de inversión disminuyen y además están equivocadamente orientadas por la inflación, por lo que el crecimiento disminuye sobre su potencial.
En la segunda, las corrientes de inversión disminuyen y además están equivocadamente orientadas por la inflación, por lo que el crecimiento disminuye sobre su potencial
Desde 1939 hemos tenido inflación y la Argentina, que desde1810 había gozado de un nivel de vida igual al de Canadá y otros países similares, fue perdiendo terreno y hoy tiene sólo un tercio del nivel de vida que ellos. Para confirmar esto comparamos el ingreso per cápita en nuestro país que actualmente es de unos 10.000 dólares/año y en Canadá se ubica cerca de los 30.000 dólares/año. La inflación promedio anual desde1939 hasta 2003 fue de 75% anual en nuestro país y en el mundo de 4 % anual. Con el tiempo, la inflación afectó negativamente al crecimiento porque espantó el ahorro, que se refugió en otros países. El hecho concreto es que crecemos bastante menos que los demás países y tenemos más inflación que ellos si consideramos un período largo de tiempo.
¿Que podríamos hacer? Volver al superávit fiscal, como tuvimos desde 2003 al 2007. No podemos seguir gastando en el Estado de la forma en que lo estamos haciendo, prácticamente sin verdaderos límites. De esta manera la inflación volvería realmente a cifras bajas, y nuestro futuro sería mejor..
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