domingo, 10 de octubre de 2010

La transición dietética de China, detrás del boom agrícola mundial. Por Jorge Castro


El precio de los granos (soja, trigo, maíz) aumentó 60%/80% en el mercado mundial en los primeros nueve meses del año; el precio del trigo trepó 80% sólo desde julio y el maíz, 40%. La soja alcanzó U$S 400 la tonelada en las últimas dos semanas. Aún así, son 1/3 inferiores al récord de 2008, pero los mercados de futuro están en un nivel superior al de entonces.
Los mercados ven algo que todavía no se ve.
Al mismo tiempo comenzaron los disturbios en los países más pobres, importadores de alimentos, como Mozambique, Bangladesh, Marruecos, Argelia y Egipto, en respuesta a aumentos del precio del pan entre 30% y 50%.


Lo que está detrás de este auge de los precios es un crecimiento excepcional de la demanda de los países emergentes, sobre todo asiáticos (China). Sólo que esta vez, a diferencia de 2003 / 2008, no se debe a la multiplicación de los consumidores, sino a un salto cualitativo en la ingesta de carnes.
El precio de los granos aumenta en el mercado mundial porque se ha alcanzado un nuevo escalón en la cadena proteica de valor.
La transición dietética en China ya ha ocurrido y a partir de ahora se acelera.
Es el paso del consumo de arroz y vegetales a carnes blancas y rojas, y se alcanza cuando el ingreso de la población supera los U$S 3.000 anuales. En China, el ingreso per cápita es U$S 3.560 que, medido en capacidad de compra doméstica, equivale a U$S 7.500.
Lo previsible a partir de ahora es que la demanda de alimentos en China crezca muy por encima del incremento del número de consumidores , en una proporción 3 a 1, que tiende a ampliarse. Rasgo característico de los países emergentes es que el gasto en alimentación es entre 30% y 70% de los ingresos; en el G-7, en cambio, es 10% / 15%. La ONU prevé que prácticamente todo el crecimiento de la población mundial — que pasa de 6,9 billones de personas en 2010 a 9,1 billones en 2050 — provendrá del mundo en desarrollo . Por eso, 86% de los habitantes del planeta vivirán allí en 2050. El resultado es que 3/4 partes del auge de la demanda mundial de alimentos en los próximos 20 años procederá de los países en desarrollo.
La soja es el commodity agrícola más revelador del salto cualitativo experimentado por la transición dietética en China, en su condición de principal insumo para la producción de carne. Este año China importa 55 millones de toneladas de soja, que representan 58% de las importaciones mundiales. Por eso fija de manera directa su precio en el mercado mundial.
Este es el cuarto boom de los commodities de la historia del capitalismo desde la Primera Guerra Mundial. Y la novedad que surgió en él, fue una nueva dinámica entre la oferta y la demanda agroalimentaria, que fijó un equilibrio distinto entre consumo y producción global.
Nomura ( The coming surge in food prices , 2010) sostiene que el mayor consumo de granos del último boom agrícola se sustenta primordialmente en una creciente desigualdad de los ingresos, que revela la aparición de una clase media de 700 millones de personas, sobre todo en China e India , con ingresos de U$S 5.000 a U$S 30.000, y que orienta sus mayores ingresos hacia la compra de carnes y lácteos, no de granos y vegetales, como hacía antes.
A partir de la crisis global 2008/ 2009, China crece impulsada por la demanda interna y el consumo individual . Esto implica el desarrollo de una nueva clase media formada por pequeños y medianos empresarios, sobre todo del sector servicios . Mercado interno/ auge de la clase media/consumo de carnes. Esta es la fórmula con la que China trepa la escala de los valores proteicos. Este hecho modifica la acumulación global. No sólo pasa el poder del Atlántico al Pacífico: también el consumo.

1 comentario:

Jésica Malik de Tchara dijo...

Particularmente, creo que es engañoso tomar el ingreso per cápita como indicador de una nueva clase media, dado que en China existen actualmente dos clases: los ricos (muy ricos) y la inmensa mayoría de pobres (extremadamente pobres), que debieran agradecer su condición a una larga tradición de gobiernos comunistas que "han pensado en ellos siempre". Los pueblos tienen los gobiernos que se merecen.