jueves, 27 de noviembre de 2008

Declaración de la cumbre del G-20 sobre los mercados financieros y la economía mundial

A 15 de noviembre de 2008
1. Nosotros, los dirigentes del Grupo de los Veinte, hemos mantenido una primera reunión en Washington en la fecha del 15 de noviembre de 2008, en medio de graves problemas que afectan a la economía mundial y a los mercados financieros. Estamos decididos a reforzar nuestra cooperación y a trabajar en común para restaurar el crecimiento económico en el mundo y para llevar a cabo las reformas necesarias en los sistemas financieros mundiales.

2. A lo largo de los últimos meses, nuestros países han tomado medidas urgentes y excepcionales para sostener la economía mundial y estabilizar los mercados financieros.
Estos esfuerzos deben continuar. Al mismo tiempo, debemos sentar las bases de unas reformas que contribuyan a garantizar que una crisis global como la que nos ocupa no vuelva a producirse jamás. Nuestro trabajo se va a guiar por una confianza compartida en que los principios del mercado, unas condiciones de comercio y de inversión sin trabas y unos mercados financieros regulados de manera eficaz fomentan el dinamismo, la innovación y el espíritu emprendedor que resultan esenciales para el crecimiento económico, el empleo y la reducción de la pobreza.
- Causas primordiales de la crisis actual
3. Durante un período de fuerte crecimiento económico, crecientes movimientos de capital y estabilidad prolongada en lo que lleva transcurrido de década, las partes actuantes en el mercado han tratado de conseguir rendimientos más altos sin una valoración adecuada de los riesgos y no han puesto en práctica la debida diligencia. Al mismo tiempo, se han combinado unas normas deficientes de aseguramiento frente a riesgos, prácticas poco fiables de gestión de riesgos, productos financieros cada vez más complejos y opacos y el consiguiente apalancamiento excesivo para crear puntos vulnerables en el sistema.
Los responsables políticos, los reguladores y los supervisores de algunos países avanzados no evaluaron ni abordaron de forma adecuada los riesgos que se estaban acumulando en los mercados financieros, ni siguieron el ritmo de la innovación financiera, ni tuvieron en cuenta las complejidades de las medidas reguladoras internas dentro del sistema.
4. Entre otros importantes factores subyacentes a la situación actual figuran unas políticas macroeconómicas incoherentes e insuficientemente coordinadas y unas reformas estructurales inadecuadas que han llevado a unos resultados macroeconómicos insostenibles a escala global. Estas circunstancias, en su conjunto, han tenido su parte de responsabilidad en los excesos y, en último término, han dado como resultado una grave alteración del mercado.
- Medidas que se han adoptado y que se van a adoptar
5. Hasta la fecha, hemos tomado medidas fuertes e importantes para estimular nuestras economías, proporcionar liquidez, reforzar el capital de las instituciones financieras, proteger ahorros y depósitos, abordar las deficiencias de regulación y descongelar los mercados crediticios, y estamos trabajando en asegurar que las instituciones financieras internacionales (IFIs) estén en condiciones de proporcionar un apoyo esencial a la economía mundial.
6. Sin embargo, es necesario hacer más para estabilizar los mercados financieros y sostener el crecimiento económico. El impulso económico se está desacelerando de manera sustancial en las principales economías y las perspectivas globales han empeorado. Muchas economías de mercado emergentes, que han contribuido a sostener la economía mundial durante estadécada, siguen experimentando todavía un crecimiento satisfactorio, pero se están viendo afectadas de manera adversa cada vez más por la desaceleración mundial.
7. Frente a este telón de fondo de condiciones económicas en franco deterioro en todo el mundo, hemos estado de acuerdo en que hace falta una respuesta política en todos los órdenes, basada en una cooperación macroeconómica más estrecha, que restablezca el crecimiento, evite consecuencias indirectas negativas para el gasto público y ayude a las economías de mercado emergentes y a los países en vías de desarrollo. Como medidas inmediatas para la consecución de estos objetivos, así como para abordar los problemas a más largo plazo, nos proponemos:
- mantener nuestros esfuerzos con todo vigor y tomar las medidas adicionales que sean necesarias para estabilizar el sistema financiero;
- reconocer la importancia de la contribución de la política monetaria, que se considera adecuada a las condiciones internas [de cada nación];
- recurrir en la medida apropiada a medidas fiscales para estimular las demandas internas con efecto inmediato, al mismo tiempo que se mantiene un marco político conducente a la sostenibilidad fiscal;
- ayudar a las economías emergentes y en vías de desarrollo a que tengan acceso a financiación en las actuales condiciones de dificultades financieras, facilitándoles liquidez directa y apoyo programado. Subrayamos el papel importante que corresponde al Fondo Monetario Internacional (FMI) en la respuesta a la crisis, nos complacen sus nuevas facilidades de liquidez a corto plazo e instamos la revisión ya en curso de sus instrumentos yservicios para garantizar la flexibilidad;
- animar al Banco Mundial y a los demás bancos de desarrollo multilateral (BDMs) a emplear a fondo toda su capacidad en apoyo de sus prioridades de desarrollo y nos complace la adopción reciente de nuevos servicios del Banco Mundial en las áreas de infraestructuras y financiación del comercio;
- garantizar que el FMI, el Banco Mundial y los demás BDMs cuentan con recursos suficientes para seguir desempeñando su papel en la superación de la crisis.
- Principios comunes de reforma de los mercados financieros
8. Además de las medidas ya mencionadas, vamos a poner en marcha reformas que han de reforzar los mercados financieros y los regímenes reguladores con vistas a evitar crisis en el futuro. Toda regulación es, primera y principalmente, responsabilidad de los reguladores nacionales, que constituyen la primera línea de defensa contra la inestabilidad de losmercados.
Sin embargo, nuestros mercados financieros tienen un ámbito global de actuación, de modo que resulta necesario intensificar la cooperación internacional entre los reguladores y reforzar las normas internacionales, así como, allí donde sea preciso, llevarlas a la práctica de manera coherente, para lograr la adecuada protección frente a acontecimientos globales, regionales y transfronterizos adversos que afecten a la estabilidad financiera internacional.
Los reguladores deben garantizar que sus decisiones contribuyan a la disciplina del mercado, evitar consecuencias potencialmente negativas para otros países, incluyendo un arbitraje regulador, y apoyar la competencia, el dinamismo y la innovación en los mercados. Las instituciones financieras deben cargar asimismo con su responsabilidad en la confusa situación actual y deberían asumir la parte que les corresponda para superarla, lo que incluye reconocer sus pérdidas, aumentar su transparencia y mejorar sus prácticas de gobierno interno y gestión del riesgo.
9. Nos comprometemos a poner en marcha políticas coherentes con los siguientes principios comunes de reforma:
- reforzar la transparencia y la responsabilidad: vamos a reforzar la transparencia de los mercados financieros, lo que implica aumentar la información exigible sobre los productos financieros complejos y hacer que las compañías informen de manera exhaustiva y fiel sobre sus condiciones financieras. Deberían situarse los incentivos en una misma línea para evitaruna excesiva asunción de riesgos.
- mejorar la regulación en profundidad: nos comprometemos a reforzar nuestros regímenes reguladores, una supervisión prudente y la gestión de riesgos, así como a garantizar que todos los mercados financieros, sus productos y los que actúan en los mercados están regulados o sometidos a supervisión de la manera más adecuada a sus circunstancias.
Vamos a ejercer una supervisión estricta sobre las instituciones de clasificación crediticia, coherente con un código internacional de conducta consensuado y reforzado.
Asimismo, vamos a hacer que los regímenes reguladores sean más eficaces a lo largo del ciclo económico, al mismo tiempo que se asegure que la regulación sea eficaz, que no coarte la innovación y que fomente un mayor intercambio de productos y servicios financieros. Nos comprometemos a realizar evaluaciones transparentes de nuestros sistemas nacionales de regulación.
- promover la integridad de los mercados financieros: nos comprometemos a proteger la integridad de los mercados financieros mundiales mediante un reforzamiento de la protección a inversores y consumidores, la evitación de los conflictos de intereses, el impedimento de las manipulaciones ilegales de los mercados, las actividades y los abusos de carácter fraudulento y la defensa contra riesgos financieros ilícitos que surjan de jurisdicciones que no estén dispuestas a cooperar.
Vamos a fomentar asimismo el intercambio de información, incluso en lo que respecta a las jurisdicciones que todavía tienen que comprometerse a aceptar las normas internacionales sobre secreto y transparencia bancarios.
- reforzar la cooperación internacional: hacemos un llamamiento a nuestros reguladores nacionales y regionales para que formulen sus regulaciones y otras medidas de manera consecuente. Los reguladores deberían reforzar su coordinación y su cooperación en todos los segmentos de los mercados financieros, incluso en lo que respecta a los movimientos transfronterizos de capitales. Los reguladores y las restantes autoridades a las que les atañaesta función deberían reforzar como cuestión prioritaria la cooperación sobre prevención, gestión y resolución de crisis.
- reformar las instituciones financieras internacionales: nos comprometemos a avanzar en la reforma de las instituciones surgidas de Bretton Woods para que puedan reflejar más adecuadamente el peso económico cambiante [de las naciones] en la economía mundial al objeto de reforzar su legitimidad y su eficacia.
A este respecto, las economías emergentes y en vías de desarrollo, incluidos los países más pobres, deberían tener una voz y una representación mayores. El Forum por la Estabilidad Financiera (FEF) debe abrirse de manera urgente a la adhesión de las economías emergentes en general y el resto de losprincipales organismos que se ocupan del establecimiento de normas deberían revisar de manera inmediata sus condiciones de admisión de miembros.
El FMI, en colaboración con un FEF y otros organismos ampliados, debería trabajar en una mejor identificación de los puntos vulnerables, detectar posibles tensiones y actuar rápidamente para jugar un papel clave en respuesta a la crisis.
- Cometidos de ministros y expertos
10. Estamos comprometidos a adoptar con rapidez medidas que hagan realidad estos principios. Damos instrucciones a nuestros ministros de finanzas, bajo la coordinación de la dirección del G-20 en 2009 (Brasil, Reino Unido y República de Corea), para que pongan en marcha estos procesos y un horizonte temporal para su cumplimiento. En el Plan de Acción que se adjunta se expone ya una primera lista de medidas específicas entre las que figuran medidas de prioridad máxima que deberán haberse llevado a cabo antes del 31 de marzo del 2009.
En consulta con otras economías y con otros organismos existentes, e inspirándose en las recomendaciones de eminentes expertos independientes que puedan convocar, pedimos a nuestros ministros de finanzas que formulen recomendaciones adicionales, entre ellas, en las siguientes áreas específicas:
- atenuar la tendencia a los ciclos en las políticas reguladoras;
- revisar y unificar las normas de contabilidad a nivel mundial, en especial en el caso de inversiones complejas en momentos de tensión;
- reforzar la elasticidad y la transparencia de los mercados de derivados crediticios y reducir sus riesgos para el sistema, lo que implica mejorar la infraestructura de los mercados de valores que no cotizan en bolsa;
- revisar los mecanismos de compensación relacionados con los incentivos a la asunción de riesgos y a la innovación;
- revisar los mandatos, el gobierno y las exigencias de recursos de las IFIs, y
- definir el ámbito de actuación de las instituciones importantes para el sistema y determinar la regulación o la supervisión que resulten más adecuadas.
11. A la vista del papel del G-20 en la reforma de los sistemas financieros, nos volveremos a reunir el 30 de abril del 2009 para pasar revista a la puesta en práctica de los principios y decisiones sobre los que hoy se ha llegado a un acuerdo.
- Compromiso con una Economía Global Abierta
12. Reconocemos que estas reformas únicamente tendrán el éxito si están firmemente fundamentadas sobre un firme compromiso con los principios del libre mercado, incluyendo el imperio de la ley, el respeto por la propiedad privada, el comercio y las inversiones libres en los mercados competitivos y se apoyan sobre unos sistemas financieros eficientes y eficazmente regulados.
Estos principios son esenciales para el crecimiento económico y la prosperidad, habiendo ya liberado a millones de personas de la pobreza y elevado sustancialmente el nivel de vida a escala global. Reconociendo la necesidad de mejorar la regulación del sector financiero, deberemos, sin embargo, evitar un exceso de regulación que podría obstaculizar el crecimiento económico y exacerbar la contracción de los flujos de capital, incluyendo a los países en desarrollo.
13. Subrayamos la importancia crítica que tiene el rechazo al proteccionismo y no involucionar hacia tiempos de incertidumbre financiera. A este respecto, y durante los próximos 12 meses, nos abstendremos de establecer cualquier clase de nuevas barreras a la inversión o al comercio de bienes y servicios, bien sea imponiendo nuevas restricciones a las exportaciones o bien implementando medidas que no se atengan a las estipulaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) con el fin de estimular las exportaciones.
Además, nos esforzaremos por alcanzar un acuerdo este mismo año en relación con la Agenda para el Desarrollo de Doha, de la OMC, tratando de lograr unos ambiciosos y equilibrados resultados. En tal sentido, hemos cursado instrucciones a nuestros respectivos Ministros de Comercio para que alcancen el mencionado objetivo y estén dispuestos a intervenir personalmente en el proceso si ello fuera necesario.
Asimismo, hemos acordado que, puesto que nuestros respectivos países son los que tienen la mayor participación en el sistema comercio global, todos deberemos aportar cuantas contribuciones positivas fueran necesarias para alcanzar el citado objetivo.
14. Somos plenamente conscientes del impacto que la actual crisis está teniendo sobre los países en vías de desarrollo y, muy particularmente, sobre los más vulnerables.
Nos reafirmamos en la importancia que tienen los Objetivos de Desarrollo del Milenio, un compromiso que hemos adquirido para ayudar al desarrollo, y urgimos tanto a los países desarrollados como a las economías emergentes a que asuman compromisos coherentes con sus respectivas capacidades y los roles que desempeñan en la economía global. A este respecto, reafirmamos la vigencia de los principios para el desarrollo acordados durante la Conferencia sobre Financiación al Desarrollo de las Naciones Unidas celebrada en el año 2002 en la ciudad de Monterrey, en México, en la que se resaltaba tanto la propiedad por parte de los respectivos países como la movilización de todas las fuentes de financiación para el desarrollo.
15. Mantenemos nuestro compromiso de afrontar otros retos de naturaleza crítica, como son la seguridad energética y el cambio climático, la seguridad alimentaria, el imperio de la ley y la lucha contra el terrorismo, la pobreza y las enfermedades.
16. Mientras seguimos avanzando, confiamos plenamente en que, por medio de la colaboración continua, la cooperación y el multilateralismo, seremos capaces de superar los retos que tenemos ante nosotros y lograr restablecer la estabilidad y la prosperidad en la economía mundial.
- Plan de Acción para la implementación de los Principios para la Reforma.
En este Plan de Acción se incluye un plan de trabajo integral para la implementación de los cinco principios acordados para la reforma. Nuestros Ministros de Economía y Finanzas se encargarán de asegurar que las metas previstas en este Plan de Acción sean decidida y totalmente implementadas. Ellos serán los responsables del desarrollo e implementación del diseño de tales recomendaciones en los trabajos en curso de los organismos de mayor relevancia, como son el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Foro para la Estabilidad Financiera (FEF) ampliado y los organismos regulares en proceso de establecimiento.
- Refuerzo de la Transparencia y la Responsabilidad Acciones inmediatas hasta el día 31 de marzo de 2009.
-Los organismos clave con responsabilidad global deberán trabajar con el fin de reforzar los métodos de valoración de garantías, teniendo, además, muy en cuenta la valoración de productos complejos de baja liquidez, especialmente durante épocas de tensión.
-Los organismos responsables del establecimiento de normas contables deberán avanzar significativamente en sus tareas para poder resolver las posibles debilidades contables y hallar pautas para el control de los elementos que figuren fuera de balance.
-Los entes reguladores y los organismos responsables del establecimiento de normas contables deberán reforzar la debida transparencia para los participantes en los mercados de los instrumentos financieros complejos que lancen las diferentes firmas.
-Con la vista puesta en promover la estabilidad financiera, el gobierno del organismo internacional responsable del establecimiento de normas contables se verá reforzado más aún, incluyendo para ello medidas tales como la de revisión de sus miembros, con la finalidad de asegurar, muy particularmente, la transparencia, la responsabilidad y una relación apropiada entre este organismo independiente y las principales autoridades.
-Los organismos pertenecientes al sector privado que ya hayan desarrollado sus mejores prácticas para el tratamiento de fondos de capital o fondos de alto riesgo deberán presentar propuestas para el establecimiento de un conjunto unificado de buenas prácticas. Los Ministros de Economía y Finanzas deberán valorar la idoneidad de dichas propuestas partiendo de los análisis de los entes reguladores, el FEF ampliado y otros organismos relevantes.
Acciones a medio plazo.
-Los organismos clave con una responsabilidad global deberán trabajar intensamente con el fin de alcanzar el objetivo de crear una única normativa global de alta calidad.
-Los entes reguladores, los supervisores y los organismos responsables del establecimiento de normas contables, y según proceda, deberán trabajar tanto unos con otros como con el sector privado sobre las bases actuales, con la finalidad de asegurar una aplicación coherente y un refuerzo de de normas contables de alta calidad.
-Las instituciones financieras deberán proporcionar en sus informes instrumentos reforzados para el descubrimiento de riesgos y desvelar todas sus pérdidas, y ello sobre las bases que rigen actualmente y de forma coherente con las mejores prácticas internacionales, tal como es debido. Los entes reguladores deberán trabajar intensamente para asegurarse de que en las informaciones económico financieras de cualquier institución financiera se proporcione una descripción completa, exacta y puntual de las actividades de la firma (incluyendo sus actividades no incluidas en balance) y que dicha información se ajuste a unas bases coherentes y regulares.
Refuerzo de una Regulación Firme
Regímenes regulatorios
Acciones inmediatas hasta el día 31 de marzo de 2009
-El FMI, el FEF ampliado y otros entes reguladores y organismos deberán desarrollar las recomendaciones precisas para poder mitigar la tendencia a la prociclalidad, incluyendo entre ellas la revisión de la valoración, el apalancamiento, el capital bancario, la compensación ejecutiva y las prácticas de aprovisionamiento pueden exacerbar las tendencias cíclicas.
Acciones a medio plazo
-Para el conjunto de países o regiones que aún no lo hayan hecho, cada uno de dichos países o regiones deberá comprometerse a revisar e informar sobre la estructura y principios de su sistema regulatorio, para, de tal forma, poder asegurarse de que es compatible con un sistema financiero moderno y crecientemente globalizado. A tal efecto, los miembros del G-20 se comprometen a elaborar un informe sobre un Programa de Valoración del Sector Financiero (PVSF) y apoyar la transparencia de las valoraciones de los sistemas regulatorios nacionales de cada país.
-Los organismos correspondientes deberán revisar la naturaleza diferenciada de las regulaciones en los sectores de la banca, títulos, y de seguros y proporcionar los correspondientes informes destacando las emisiones y haciendo las recomendaciones precisas o poniendo de manifiesto las mejoras que fueran necesarias. Asimismo, se deberá acometer una revisión del panorama de la regulación financiera, poniendo un especial énfasis sobre instituciones, instrumentos y mercados que actualmente se encuentran sin regular, además de asegurar que todas las instituciones sistémicamente relevantes se encuentren adecuadamente reguladas.
-Las autoridades nacionales y regionales deberán revisar los regímenes de disolución y la legislación sobre quiebras a la luz de las recientes experiencias para, así, asegurarse de que se permite el cierre ordenado de grandes complejos de instituciones financieras transnacionales.
-Las diferentes definiciones de capital deberán ser armonizadas en orden a lograr estimaciones coherentes del capital y de la suficiencia de capital.
Perspectiva prudente
Acciones inmediatas a llevar a cabo antes del 31 de marzo de 2009
Los organismos reguladores deberán dar los pasos necesarios para asegurar que las agencias de calificación crediticia cumplan los más elevados estándares de la organización internacional de organismos reguladores de valores, a la vez que eviten conflictos de intereses, faciliten una mayor transparencia para inversores y emisores y diferencien la calificación de productos complejos. Todo esto ayudará a que las agencias de calificación crediticia cuenten con los incentivos adecuados, así como con una perspectiva apropiada que les permita desempeñar un papel fundamental en la provisión de información y evaluaciones imparciales para los mercados.
-La organización internacional de reguladores de valores deberá revisar la adopción, por parte de las agencias de calificación crediticia, de los estándares y mecanismos necesarios para la conformidad de esta supervisión.
-Las autoridades deberán asegurarse de que las instituciones financieras mantengan un capital adecuado en la cantidad necesaria para que se mantenga la confianza.
-Los encargados del establecimiento de los estándares deberán establecer ciertos requisitos fortalecidos de capital para los créditos estructurados y las actividades de securización de los bancos.
-Los supervisores y reguladores, en vista del lanzamiento inminente de servicios de contraparte centrales para coberturas por riesgos crediticios (CDS) en ciertos países, deberán:
> acelerar sus esfuerzos por reducir los riesgos sistemáticos de los CDS y las transacciones derivadas al contado (OTS),
> insistir en que los participantes en el mercado apoyen las plataformas de operaciones electrónicas o negociadas en Bolsa para los contratos de CDS;
> expandir la transparencia bursátil de los derivados de OTC, y
> asegurar que la infraestructura de los derivados de OTC pueda soportar volúmenes en expansión.
Acciones a medio plazo
- Las agencias de calificación crediticia que facilitan calificaciones públicas deberán estar registradas.
-Los supervisores y los bancos centrales deberán desarrollar enfoques robustos y de coherencia internacional para la supervisión de la liquidez de bancos fronterizos y las operaciones de liquidez bancaria central de dichos bancos fronterizos. Gestión del riesgo
Acciones inmediatas a llevar a cabo antes del 31 de marzo de 2009
- Los reguladores deberán desarrollar una guía mejorada para fortalecer las prácticas de la gestión del riesgo, en línea con las mejores prácticas internacionales, a la vez que alienten a las empresas financieras a reexaminar sus controles internos y a poner en marcha políticas fortalecidas para una sana gestión del riesgo.
- Los reguladores deberán desarrollar e implementar procedimientos que aseguren que las empresas financieras implementen políticas para gestionar mejor el riesgo de liquidez, incluso mediante la creación de fuertes colchones de liquidez.
-Los supervisores deberán asegurar que las empresas financieras desarrollen procesos que faciliten la medida global y oportuna de las concentraciones de riesgo y de las posiciones del riesgo de contrapartes en todos los productos y geografías.
-Las empresas deberán volver a evaluar sus modelos de gestión del riesgo para protegerse del estrés, además de informar a los supervisores sobre sus esfuerzos.
-El Comité de Basilea deberá estudiar la necesidad y ayuda para desarrollar nuevos modelos de comprobación del estrés de las empresas, según considere apropiado.
- Las instituciones financieras deberán poseer claros incentivos internos para promocionar la estabilidad, y deberán asimismo tomar medidas a través del esfuerzo voluntario o la acción regulatoria, con la finalidad de evitar esquemas de compensación que recompensen el exceso de rendimiento a corto plazo o la aceptación de riesgos.
-Los bancos deberán ejercer una gestión eficaz del riesgo y llevar a cabo las debidas diligencias con respecto a la securización y los productos estructurados.
Acciones a medio plazo
- Los organismos internacionales establecedores de estándares, trabajando con una amplia gama de economías y otros organismos apropiados, deberán asegurar que los mandatarios reguladores sean conscientes y capaces de responder con rapidez a la evolución y la innovación en los mercados y los productos financieros.
- Las autoridades deberán supervisar los cambios sustanciales en los precios de los activos, así como sus implicaciones para la macroeconomía y el sistema financiero.
Promoción de la integridad en los mercados financieros
Acciones inmediatas a llevar a cabo antes del 31 de marzo de 2009
-Nuestras autoridades regionales y nacionales deberán trabajar juntas para mejorar la cooperación reguladora entre jurisdicciones a escala regional e internacional.
-Las autoridades regionales y nacionales deberán trabajar para promover que se comparta la información sobre las amenazas nacionales y fronterizas contra la estabilidad del mercado, ala vez que aseguren que las provisiones legales nacionales (o regionales, si fuese aplicable) sean adecuadas para tratar tales amenazas.
-Las autoridades nacionales y regionales deberán igualmente revisar la normativa de conducta empresarial para proteger a mercados e inversores, especialmente frente a la manipulación y los fraudes en el mercado, y para fortalecer su cooperación fronteriza, de forma que se proteja el sistema financiero internacional frente a actos ilícitos. En caso de mala conducta, debería aplicarse un régimen de sanciones adecuado.
Acciones a medio plazo
-Las autoridades nacionales y regionales deberán poner en marcha medidas nacionales e internacionales que protejan el sistema financiero global de jurisdicciones no cooperadoras y poco transparentes que constituyan un riesgo de actividad financiera ilícita.
-El Grupo de Acción Financiera deberá continuar con su importante trabajo contra el blanqueo de dinero y la financiación terrorista, y del mismo modo apoyamos los esfuerzosdel Banco Mundial y la iniciativa para la recuperación de activos robados (iniciativa StAr).
-Las autoridades impositivas, apoyándose en el trabajo de organismos destacados, como la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), deberán continuarcon los esfuerzos para promover un intercambio de información impositiva. La falta de transparencia y de un intercambio de información impositiva son aspectos a tratar de maneraenérgica.
Refuerzo de la cooperación internacional
Acciones inmediatas a llevar a cabo antes del 31 de marzo de 2009
-Los supervisores deberán colaborar para establecer colegios supervisores para todas las principales instituciones financieras fronterizas, como parte de sus esfuerzos por fortalecer la supervisión de empresas fronterizas.
-Los principales bancos globales deberán reunirse con regularidad con sus colegios supervisores para mantener discusiones globales sobre las actividades de la empresa y la evaluación de los riesgos a los que ésta se enfrenta.
-Los reguladores deberán dar los pasos necesarios para fortalecer las disposiciones sobre la gestión de crisis fronterizas, incluyendo la cooperación y la comunicación entre sí, así como con las autoridades apropiadas, para desarrollar completas listas de contacto y para realizar ejercicios de simulación, según se considere apropiado.
Acciones a medio plazo
- Las autoridades, apoyándose en particular en el trabajo de los reguladores, deberán recopilar información sobre áreas donde la convergencia de prácticas reguladoras como estándares de contabilidad, auditorías y seguros de depósitos esté realizando progresos, tenga cierta necesidad de un progreso acelerado o donde pueda haber cierto potencial de progreso.
-Las autoridades deberán asegurar que las medidas temporales para restablecer la estabilidad y la confianza tengan las menores distorsiones posibles y se desarrollen de manera oportuna, secuenciada y bien coordinada.
Reforma de las instituciones financieras internacionales
Acciones inmediatas a llevar a cabo antes del 31 de marzo de 2009
-El Foro de Estabilidad Financiera deberá expandirse hasta alcanzar una afiliación más amplia de economías emergentes.
-El Fondo Monetario Internacional, centrado en la supervisión, y el Fondo de Estabilidad Financiera, centrado en el establecimiento de estándares, deberán fortalecer su colaboración, mejorar los esfuerzos para lograr una mejor integración de respuestas regulatorias y de supervisión en un marco político de macroprudencia y llevar a cabo ejercicios anticipados de advertencias.
-El Fondo Monetario Internacional, dada su afiliación universal y su destacada experiencia macrofinanciera, deberá, en estrecha coordinación con el Fondo de Estabilidad Financiera y otros organismos, adoptar un papel destacado en el aprendizaje de lecciones de la crisis actual, de manera coherente a su mandato.
-Deberíamos revisar la adecuidad de los recursos del Fondo Monetario Internacional, el Grupo del Banco Mundial y otros bancos de desarrollo multilateral, además de estar preparados para aumentarlos cuando sea necesario. El Fondo Monetario Internacional también deberá seguir revisando y adaptando sus instrumentos de préstamo para satisfacer de manera adecuada las necesidades de sus miembros y revisar su papel fundamental en vista de la actual crisis financiera.
-Debemos explorar nuevas formas de restaurar el acceso a los créditos por parte de los países emergentes y en vías de desarrollo, y retomar los flujos de capital privado que resultan fundamentales para el desarrollo y el crecimiento sostenible, incluyendo las actuales inversiones en infraestructura.
-En los casos en que los graves trastornos del mercado han limitado el acceso a la financiación necesaria de políticas fiscales anticíclicas, los bancos de desarrollo multilateral deben asegurar que se pongan en marcha las medidas necesarias para apoyar, en la medida de lo posible, a los países con buenos antecedentes y políticas sanas.
Acciones a medio plazo
-Pusimos de relieve que las Instituciones de Bretton Woods debían reformarse de manera exhaustiva para que puedan reflejar de forma más adecuada los pesos económicos cambiantes en la economía internacional y ser más responsables de los retos futuros. Las economías emergentes y en desarrollo deberán tener más voz y representación en dichas instituciones.
-El Fondo Monetario Internacional deberá realizar vigorosas y ecuánimes revisiones de la supervisión de todos los países, además de prestar una mayor atención a sus sectores financieros y a una mejor integración de las revisiones con los programas de evaluación del sector financiero de la unión entre el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Basándonos en todo esto, es necesario fortalecer el papel del Fondo Monetario Internacional en el ofrecimiento de consejos políticos macrofinancieros.
-Las economías avanzadas, el Fondo Monetario Internacional y otras organizaciones internacionales deberán facilitar programas para la creación de capacidad para las economías de los mercados emergentes y de los países en vías de desarrollo sobre la formulación y la puesta en marcha de nuevas y destacadas regulaciones, que resulten coherentes con los estándares internacionales.


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miércoles, 26 de noviembre de 2008

Conferencia sobre las retenciones al agro. Salvador Treber

En primer lugar cabe aclarar que cuando se estableció el régimen de la Resolución 125 el día 10 de Marzo, de inmediato advertí que tenía graves falencias técnicas y de aplicación y que debían ser corregidas en varios aspectos que no solo perjudicaban al sector sino que tornan casi imposible la inserción del comercio de exportación en el mercado mundial. Ello es así , pues al absorber, después de determinado límite (U$S 600), el 95% del precio, virtualmente, le ponía techo al mismo. Y al ponerle techo ya no se puede operar en el mercado de futuros.

En materia agropecuaria todas las transacciones mundiales se hacen en el mercado de futuros. Se compra cosecha a levantar y productos a generar para entregar varios meses después. En consecuencia esto no iba a poderse hacer con la Argentina porque introdujeron un tope. El diseño de la resolución 125 estaba hecha por manos inexpertas. Con el correr del tiempo se verificó que esto era así. Todas las modificaciones que se introdujeron no fueron realmente concesiones sino correcciones de algo que estaba equivocadamente diseñado y con bastante falta de información sobre la operatoria, formas de producción y modalidades propias del sector agropecuario.

Pero todo ello, a mi juicio, no convalida la actitud que han tomado las entidades representativas del sector. Apoderarse de las rutas, convertirse en los selectores de quien pasa o no pasa, someter a escasez en la provisión de alimentos y otros bienes esenciales a los 40 millones Es absolutamente inadmisible. Significa despojar al Estado de sus facultades y usurpar de decidir quién pasa y quién no pasa. Esto es tan condenable como cuando los obreros petroleros del sur dicen; o nos aumentan tanto o cerramos la válvula de provisión de petróleo y gas.

Claro, en una sociedad violenta donde profesores son objeto de escarnio por sus alumnos y no de respeto, no es extraño que se haya producido un verdadero alzamiento. La Constitución asegura la libertad de tránsito por el país. Convertirse en árbitro de quien transita y quien no transita está más allá de todo lo admisible y es claramente violatorio de las más elementales normas que rigen una república.

Por tanto, debo señalar que por un lado hubo improvisación. Quizá falta de calidad técnica pero por el otro lado hubo abuso de poder en una medida desconocida en toda la historia del país. Por más de 100 días apoderarse de las rutas no tiene antecedentes y ello indica que estamos viviendo una realidad bastante conmocionante. En algún momento al vicepresidente de una de las organizaciones más poderosas se le escapó su pensamiento íntimo a decir que si el Congreso aprueba algo en contra de lo que ellos pretenden hay que disolver el Congreso. Después se desdijo y alego que no era así. Pero lo dijo. Y lo que se dice en primera instancia es lo espontáneo, es el pensamiento íntimo.

Por otra parte los conductores de estas organizaciones, especialmente la Sociedad Rural y CRA son veteranas en esto de defender a ultranza sus propios intereses. La última puja la tuvieron en 1991, no tan lejos, cuando asumió el Ministerio de Economía el Dr. Domingo Cavallo y ante una dificultad muy grande para financiar el sector público, lanzó una reforma tributaria que incluía la duplicación de la alícuota del impuesto a los activos, incluyendo el capital tierra del sector agropecuario. El sector reacciono de inmediato y amenazó, con un paro total, al final llegaron a un acuerdo y establecieron un tratamiento especial que bajaba al 50% el impacto para el caso de su incorporación de capital convertido en base imponible del impuesto. Pero esto ocurrió en muchos períodos anteriores en que trabajaron de la misma manera. Cuando se pretendió incorporar el concepto de Renta Normal Potencial” al Impuesto Inmobiliario y al Impuesto a las Ganancias hubo un paro de tenaces12 días. Y hasta se acusó al ingeniero agrónomo, Secretario de Agricultura, Walter Kugler, de ser un socializante, un comunista. Es decir, en la defensa de sus intereses son realmente maestros...

Para que entendamos un poco mejor qué está en juego y por qué se presenta como un duro enfrentamiento, vamos a ubicar quiénes son los protagonistas. Por lo pronto se suele hablar, muy en general, de los “pequeños propietarios”. Decir “propietarios” no quiere decir “productores”. En la Pampa Húmeda hay 220.000 propietarios, pero solo 71.000 productores. Los otros no producen nada, arriendan y viven de eso como rentistas. Otro protagonista del esquema son los acopiadores, pues los productores no venden al mercado, no exportan sino que venden a los acopiadores o directamente, cuando son de gran tamaño, a los exportadores.

En este momento Argentina tiene cubierto con soja 16.600.000 Has de las cuales casi el 60 % de la producción está solamente en 2.800 explotaciones. Son 71.000, por eso 2.800 producen el 60% en unidades promedio de 10.000 Has. Quiere decir que estos propietarios están parados sobre una montaña que va de 10 millones a 20 millones de dólares de valor tierra. No son ningunos nenes de pecho. Un 25% de la producción corresponde al 89% de los productores. Con un promedio menor alrededor de 180 Has. por unidad. O sea que la cuarta parte se produce en estas unidades. Entre el 60% en unidades promedio de 10.000. y aquellas queda un margen del 7,5% que producen el 15% en unidades promedio de 1.300 hectáreas

Conviene subrayar que el sector agropecuario tiene una composición muy heterogénea. En materia de soja, reitero, la cuarta parte de la producción surge del 89% de los productores con una media, en materia de superficie, de 180 has. De todas maneras 180 has significan un par de millones de dólares en tierra. Pero el 60% de la producción surge de solo 2.800 que son el 3,8% y registran en promedio 10.000 Has. Están parados encima de una montaña que acumula entre 10 y 20 millones de dólares. Y esto es un sector con gran poder económico y político.

En otros tiempos la tierra no se usaba para cultivar soja. Para seguir el proceso vamos a retroceder 30 años. En 1975 recién se estaba introduciendo la soja y el país produjo 750.000 tn. Un rendimiento de 2.000 kgs por Ha. hoy produce 47, quizá llegue a 48 millones de toneladas sobre 16.600.000 has. Es decir una evolución fenomenal. Argentina cultivaba en el periodo 1981/82, por ejemplo, 22.000.000 has hoy cultiva 10 millones más. Esto se explica por la expansión parcialmente de la soja que extendió la superficie sembrada. Pero no alcanza para explicar ¿Cómo se produjo este fenómeno?. Por lo pronto expulsó y arrinconó a la ganadería que antes se realizaba en forma extensiva, con pastoreo en la etapa de cría y el engorde en zona de invernada. La invernada eran los mejores pastos de la Argentina que los tenían los más ricos por supuesto. Aquella ocupaba campos de menos productividad y el productor asumía todo el riesgo de la crianza del animal en los primeros dos años.

Hoy ha cambiado sustancialmente la explotación ganadera pues ha sido empujada a zonas marginales o se hace en establos y corrales, con alimentos balanceados ¿Qué se ganó con esto? Millones de hectáreas que han quedado liberadas para la producción de soja.

El maíz sigue cubriendo con mucho mayor rendimiento la misma área histórica propia y el trigo ha bajado un par de millones de has para producir lo mismo. En consecuencia todo esto ha generado lo que se llama la “sojización” que constituye un caso único en el mundo. No es que donde hay soja sucede esto. EEUU es el primer productor con 80 millones de tns de soja; pero también produce 335 millones de maíz y 150 de trigo. Es decir la soja es un cultivo más, aún cuando ocupa el primer lugar en el contexto mundial. Brasil produce 10 millones más que nosotros, aunque con las mismas condiciones. En cambio, Argentina ha avanzado de tal manera que la mitad es de soja; lo cual, además, cubre más del 50% de la superficie sembrada.

Es cierto que desapareció la característica que tenía antes lo que nosotros llamábamos la “oligarquía vacuna”; que fue definida por un economista que estuvo a cargo del Centro de Investigaciones Económicas de la Fiat, con bastante bronca porque no vendía tractores, como los “cafishios de la vaca”. No tenían que hacer ningún esfuerzo. Los campos eran el capital de reserva y el pastoreo lo que “venía de arriba” con muy poca mano de obra y bajo costo. Hoy no ha cambiado la titularidad de la tierra pero si el destino; aunque tampoco la explotan ellos. Para eso están los “pools de siembra”; las nuevas figuras jurídicas que agrupan fuerzas, productores y finanzas. Son, además, un polo de poder económico y, como siempre, se convierte en poder político.

El gobierno en uno de sus tantos gruesos errores no midió con quien se enfrentaba. Aparte de los yerros técnicos que tiene la Resolución 125, y que han sido bastante bien corregidos por el Congreso, está enfrentando un sector que siempre, históricamente, se resistió a pagar impuestos. Ya les mencioné que se opuso a Cavallo en el 91 y consiguió que la tierra esté muy poco gravada el impuesto a los Activos de las empresas y en Bienes Personales.

Históricamente Sociedad Rural y CRA siempre han conseguido atraer a Fed. Agraria y CONINAGRO y hacerlos hablar por la boca de ellos. Es decir, tienen una enorme habilidad para presentar las cosas. Fíjense que la mitad de la población y casi uniformemente los medios de comunicación masiva han apoyado algo que, en realidad, no saben de qué se trata.

El hecho de que en esta puja salga deteriorado el poder público es realmente un resultado muy grave porque genera un polo de poder paralelo al que debe ejercer la autoridad. Una cosa es que nosotros hagamos propuestas de modificación de políticas, de mejora de distribución del ingreso, de mejor concepción y diseño en el sistema tributario; otra muy distinta es que consideremos que los intereses del sector están por sobre los del país. Esto es lo que sucede en Argentina. Tenemos que reaccionar y advertir que estamos frente a un peligro muy grande: no se trata de doblar el brazo a nadie, sino que el poder público no puede aparecer resignando intereses frente a un sector. ¿Y los otros? ¿y los asalariados o los consumidor?

Debo aclarar que las retenciones no son ningún engendro diabólico de este gobierno. Rigen, con distintas características y peso desde 1956, desde la Revolución Libertadora. Y lo aplicaron Alzogaray. Krieger Vasena, Martínez de Hoz por citar a estos tres Ministros que creo no sufren ninguna sospecha de “socializantes”. Es decir, salvo en el período de la presidencia de Menem, no se ha prescindido en los últimos 50 años de las retenciones.

¿Y por qué se implementan las retenciones? Porque Argentina tiene dos opciones para enfrentar el mercado internacional. Es muy eficiente gracias a que tenemos una de las llanuras, templadas, fértiles, más productivas del mundo, con bajos costos, en la producción agropecuaria. Son 30% menores que en los EEUU y 80% que los de la Unión Europea. Ello no obsta para que nosotros produzcamos apenas 15 millones de toneladas de trigo y Francia, con tierras muy pobres, 40. ¿Por qué? Porque se han agregado insumos tecnológicos que acrecientan el índice de productividad. Nosotros producimos 3.000 kilos por ha y ellos más de 10.000. Y no es un milagro. Constituye un proceso generado con metodología industrial aplicada a la actividad del agro. En cambio nosotros, salvo en soja, seguimos siendo muy primitivos sin una suficiente incorporación del agregado tecnológico.

¿Argentina podría ser un país exclusivamente agropecuario? Es lo que dijo Martínez de Hoz el 2 de abril de 1976. En ese discurso de presentación sostuvo que la Argentina “nunca se debió industrializar”. Y cuando le dijeron que entonces había trabajo para 15 millones de habitantes, respondió de que probablemente era la medida de lo se que necesitaba. Lo que quería decir era que desentendía del resto, que se mueran o se vayan del país.

El sector agropecuario ocupa al 8% del total de trabajadores del país. Quiere decir que si bien es el máximo productor para exportación no nos alcanza en exclusividad para resolver el problema de 40 millones sino de 15 o 20. En consecuencia, no puede pensarse en un país exclusivamente agropecuario. Hay que ampliar su espectro, fundamentalmente hacia el sector manufacturero, aunque tenemos costos mucho más altos. ¿Cómo resuelven EEUU y la Unión Europea sus más altos costos? Con subsidios. Entre la U.E., EEUU y Japón gastan, 1.000 millones de dólares por día para que sus productores agropecuarios sean competitivos. Subsidian con 360.000 millones de dólares para que produzcan y vendan al nivel del costo nuestro y el de Australia.

En consecuencia, como en EEUU pese a ser el primer productor de casi todos los cultivos, solamente les representan el 2% del producto, el 98% restante de la economía sacrifica esos subsidios y los paga para que siga expandiendo el sector agropecuario y pueda colocar los excedentes en el exterior asegurando, además, que los precios internos no sean altos.

Argentina tiene una situación inversa. Somos muy eficientes en la explotación agropecuaria pero ella genera poca ocupación y no competitivos en lo que da mayor cantidad de puestos de trabajo. Por ello, cualquiera sea la filiación política del gobierno, constitucional o de facto, salvo el período de Menem que tiene otras características que merecería una conferencia aparte (porque para mí es la segunda “década infame” que vivió el país en el que se duplicó la deuda externa de 60.000 a 120.000 millones de dólares), cualquiera sea el tinte político, el respectivo gobierno tuvo siempre que apelar al esquema de las retenciones.

¿Por qué? Promover exportaciones se logra con tipos de cambios múltiples, superiores a los vigentes, que los que surgirían por el libre juego de la oferta y demanda. En el año 2004 el real y el peso estaban más o menos en una relación semejante del 3,50 con el dólar. Hoy el real brasileño está a 1,60 y el peso nuestro en algo más de 3. ¿Por qué? Porque en Brasil se lo dejó al albur de la oferta y demanda; ahora tienen que habilitar 50.000 millones de dólares para subsidios y crédito, tratando que no se vengan abajo las exportaciones. Argentina siempre, históricamente, adoptó el otro modelo: un dólar alto, artificialmente sostenido por el Banco Central combinado de acuerdo al grado de competitividad para exportar con menores o mayores retenciones.

Los brasileños se quejan porque nosotros tenemos una retención muy alta para el trigo pero solamente del 11% para la harina porque ellos nos quieren comprar trigo y molerlo sus molinos; no comprarnos harina. Si les vendiéramos harina sería allí más pero defienden su proceso de molienda. Cada uno defiende sus intereses. Los nuestros son al revés. De la misma manera sucede con el poroto de soja que tiene la máxima retención, ya que el aceite y la harina de soja o los demás subproductos tienen ese nivel de retención. Y los productos manufacturados cuanto más valor agregado tienen, la retención es más baja; casi todos del 5%.

Esto significa que el tipo de cambio que tienen los sectores menos competitivos es más alto que el que sería por vía del mercado. Equivale a dicha cotización de mercado libre más un subsidio. Es una forma de instrumentar subsidios. Y en ese sentido las retenciones que tenían los productos del sector agrario hasta el 10 de marzo se explican clara y nítidamente por eso. Toda la vida la facultad de graduar el nivel de retenciones se hizo según las normas del Código Aduanero. No es una novedad, como se dice, ni tampoco la obra de un gobierno de facto. Además de 1956, en 1961 con Frondizi y en todos los gobiernos posteriores, se manejó de la misma forma.

De tal manera que las retenciones están ligadas a un sistema de tipo de cambio múltiple que parte de un sobre valor que se ha forjado con la acción del Banco Central que compra todo el excedente de oferta de dólares. Felizmente, nuestro comercio internacional actual, nos da 10.000 millones de dólares de margen positivo anual. Hasta fin del siglo pasado teníamos saldos en contra. Es obvio que sin intervenir con 10.000 millones más de oferta se iría al piso. La opción estratégica ha sido generar un sistema de cambios múltiples que no la inventaron, los gobernantes actuales pues ha sido una modalidad tradicional e histórica de la Argentina.

¿Por qué duele tanto ahora? Es lógico que a nadie le guste pagar impuestos. Vamos a empezar por ahí. En 1962 se opusieron la conjunción de las 4 entidades rurales a la incorporación del concepto de renta potencial de la tierra. Cuando se incluyó al impuesto a las ganancias en 1973 (lo sancionó el congreso el 30 de diciembre de 1963) comenzaron los paros que curiosamente coincidieron después con el golpe de estado. En 1981, febrero de ese año para más precisión, la Sociedad Rural emitió un comunicado, ante el anuncio que se iba a restablecer el régimen constitucional, por el cual se oponía a que se restablezca hasta que hubiera “sobradas pruebas que el pueblo tiene madurez suficiente para elegir”. ¿Qué les parece? Y en 1991 enfrentaron a Cavallo que, como sabía quien tenía enfrente, aflojó y les concedieron fuertes rebajas solo para ellos. Están muy acostumbrados a ganar batallas.

Pareciera que ésta última se entabló no sabiendo el Gobierno a qué se exponía. Adolecieron de falta información, de calidad técnica y hasta de capacidad para transmitir e informar a la población. Se cometieron gruesos errores. Tenemos hace rato Ministros de economía de fantasía. Es un lujo que no se puede dar el país. En el Ministerio de Economía debemos tener a gente con mucha experiencia, sólidos conocimientos y gran personalidad. Es obvio que no lo vamos a poder manejar, porque la gente que tiene personalidad y conocimientos no es manejable, pero es la única que ofrece correctas conclusiones y mejores medidas para implementar. Es muy peligroso que gente humilde, sin ningún interés en juego, esté desorientada y apoye reivindicaciones de los más poderosos que no coinciden con sus necesidades.

Argentina ha recuperado en 5 años lo que perdió en el desastre que se desató a mediados del 98 y se extendió hasta fines del 2002. Superó hasta 2007 el nivel mas alto anterior en un 30%; pero no se logró modificar el esquema polarizado de distribución del ingreso. En el año 2000, la relación entre el decil del 10% más pobre frente al más rico era de 28 veces. Y hoy sigue siendo de 28 veces. Quiere decir que lo que se mejoró se repartió en la misma forma que se vino repartiendo históricamente, sin cambios. Entonces sí esta es una gran asignatura pendiente que tiene el país.

Pero no nos equivoquemos. El éxito y las reivindicaciones de los sectores más poderosos del campo no apuntan a eso, sino a conservar los privilegios que han tenido históricamente. Y vuelvo a recordar que solamente 2.800 productores de soja producen el 60% y tienen un poder muy grande de fuego para sostener sus intereses (sus tierras valen mas de u$s 200 mil millones).

¿Por qué están hoy en la misma brecha los chicos? Porque son realmente los más perjudicados. ¿Cómo los afectan las retenciones? Las retenciones se aplican sobre las exportaciones, en base al valor FOB en puerto de salida o embarque. Se efectúan al exportador y como éste sabe por anticipado que le van a hacer esas retenciones, cuando le compra al acopiador por supuesto que se las descuenta. Y el acopiador, a su vez, al productor. El último “orejón del tarro” es el productor chico, porque los grandes no están condicionados a la misma cadena.

¿Qué pasa con los productores chicos que sí producen? Porque la gran proporción mayoritaria de propietarios arrienda, no producen. Están sentados en el bar del pueblo y cobran la renta que se conviene en producto. Le duele si baja el precio y hay superiores retenciones porque su renta por el alquiler de su campo disminuye.

Por lo general, los productores chicos no le venden a los grandes intermediarios. Se lo venden a otra institución de intermediarios que se llaman “los valijeros”. Son unos señores muy simpáticos, de campera, que lo único que tienen es un portafolio y van, de tranquera en tranquera, comprando la producción; en muchos casos antes que se coseche y les pagan un poco más que si la vendieran por el circuito que señalé antes. ¿Y por qué le pagan un poco más? Porque, a su vez, ellos la colocan en un “circuito negro” ya sea en el mercado interno o por contrabando a todos los países limítrofes. Uruguay, Paraguay, Brasil, Chile y Bolivia compran más barato a este circuito.

Ello explica que cuando el Gobierno corrige la Res. 125 y les reconoce reintegros a esos productores, responden que eso no sirve. Alegan que el Estado es muy burocrático y demora mucho. Eso no es cierto. Es porque están “en negro” y por ello no van a ser beneficiarios sin “blanquearse”. Lo que se dice no es la realidad. Es un embuste con el que se engaña a toda la población y se oculta la evasión.

A su vez, cuando se denuncia que el 72,9% (casi 4 de cada 5) asalariados del campo están en negro, mi verborrágico comprovinciano De Angelis (que me hace recordar a la orquesta típica de Alfredo de Angelis que competía con Juan Darienzo) también “guitarrea” pero en otro sentido. Lo admite y dice: “y bueno ¿por qué no vamos a evadir si todos evaden? El Estado también paga en negro a sus asalariados”. Y si esto no es fruto de su enorme ignorancia, es una desvergüenza. El Estado y muchos convenios de empresas privadas contemplan algunas bonificaciones que se llaman “no retributivas”, sobre las cuales no se hacen retenciones para leyes sociales y no se computan para jubilaciones. Pero están registrados, en blanco y el 98% de la remuneración no está bajo ese régimen.

Así justifican que ellos no los registran y los tienen como NN, es decir, fuera de toda posibilidad de jubilación, de todos los servicios sociales y les pagan menos de la mitad de lo que les corresponde por convenio a 800.000 asalariados del sector. Es decir, otra vez queda claro que no son “nenes de pecho”. No son tan cristalinos ni tienen tanta estatura moral como para exigir que el país obedezca a los intereses de su propio y exclusivo bolsillo en perjuicio del resto.

Es obvio que si un sector de Argentina captura una mayor parte del ingreso nacional, quiere decir que para el resto queda menos. Es una cosa lógica. Imagínense que acá tenemos una torta y alguien reclama la mitad. Uno solo. La otra queda para el resto. El esquema de distribución del ingreso y la riqueza tiene esa característica. Si lo que pretenden en ese sector es un ingreso mayor, indirectamente están condenando al resto a que tengan menos participación.

De todas maneras es muy sospechoso, que por una cifra tan pequeña hayan entablado una lucha tan grande. ¿Saben cuánto puede rendir, sin reintegros, las retenciones móviles? Mil quinientos millones de dólares. Y si se aplican y blanquean todos los beneficiarios de los reintegros, apenas 800 millones. Es una minucia. Entonces no puede ser que en el fondo de esto esté solamente el tema de las retenciones. Se está jugando a dirimir el ejercicio del poder fáctico.

Y hay que abrir los ojos. Yo nací a pocos meses del primer golpe de Estado cuando surgió el primer gobierno militar. Y desde entonces los 5 golpes fueron hechos por los sectores más conservadores, usando a los militares como “partido conservador”. ¿Por qué? Porque no aceptaban la elección popular. Recuerden Uds. que el voto secreto recién se incorporó en la primera presidencia de Irigoyen, aguantaron a Alvear y dos años de nuevo de Irigoyen. Desde entonces, como en aquél momento de la oligarquía no quería largar la “manija”, fueron implementando sucesivos golpes de estado.

La historia reciente del país hace que eso en la actualidad, felizmente, no se pueda realizar. Es muy posible, por lo que la historia argentina nos enseña, suponer que esto tiene otro trasfondo: competir por quién va a manejar los intereses más importantes del país. En este momento estoy hurgando en el más recóndito rincón de mis recuerdos porque estoy escribiendo un libro que arranca del 30 y cuenta lo que sucedió en el país cada década. Además de amargarme enormemente por la cantidad de frustraciones, de interrupciones del progreso del país, la Argentina que tenemos, con todas sus carencias, es un verdadero milagro. Porque si no la han podido destruir hasta ahora, como decía Clemenceau -gran “tigre francés”- “Argentina es tan rica que por más que la tratan de refundir no pueden”.
Pero realmente la perspectiva actual en el mercado mundial es extraordinaria, casi única. Perder la posibilidad de aprovecharla al máximo sería la más grande frustración de todos los doscientos años que vamos a conmemorar o festejar el próximo 25 de mayo de 2010.

En la emergencia aparecen operadores de todo pelaje. Están surgiendo “sabiondos” improvisados. Personalmente empecé mi carrera docente en 1955 -en octubre- y la especialidad, la primera, han sido las Finanzas Públicas, después la extendí a Economía Argentina. Pero “Especialistas” genuinos en materia de economía del sector público y economía de los sistemas tributarios hay muy pocos. Esa es la materia que estoy dictando actualmente en Posgrado de Facultad de Ciencias Económicas; y observé con alarma que ahora hay especialistas en el tema, todos audaces y advenedizos, que impulsan la proliferación de juicios de inconstitucionalidad y de confiscatoriedad que son verdaderos disparates; conceptos que repiten los políticos y la oposición que no estudian nada e improvisan todo.

Confieso que la voté en el 2003 a Lilita Carrió. Pobrecita, quizá por eso se descarrió. Es una de las que sostiene, en base a estos nuevos especialistas, que son inconstitucionales porque absorben más del 33% del ingreso. Lo que no sabe, es que todos los fallos de la Corte Suprema han sido para impuestos directos pero no hay un solo fallo por impuestos indirectos. Ignora que cada vez que carga el tanque de nafta el impuesto especial a la nafta incluido cubre entre el 62 al 70%. Y que cada vez que fuma un cigarrillo, el humo se lleva un 72% de impuesto al consumo del tabaco. Así que los invito a los que llenan el tanque y a los que fuman un cigarrillo a que intenten hacer un juicio de inconstitucionalidad y confiscatoriedad…

Claro que a estos especialistas de última hora no les importa lo que dentro de varios años vaya a decidir la Corte. Les interesan los honorarios que van a cobrar ahora. En este mercado persa que tenemos nosotros hay bichos de todos los pelajes. Debemos tener muy en claro el régimen de tipos de cambio múltiples que implementa la Argentina es adecuado e indispensable para mantener la ocupación de los 17 de millones de asalariados que tenemos. Si queremos tener 10 millones de desocupados, pues eliminemos las retenciones como sugieren algunos irresponsables.

Son necesarias para poder exportar máquinas, tubos con costura y otros tantos productos de la industria que no tienen insumos agropecuarios. El que apunta a eliminarlas está indirectamente diciendo queremos un tipo de cambio que se guíe por lo que determinan las leyes del mercado y ello implicaría determinar que queden fuera de competencia una gran cantidad de sectores.

Hoy la Argentina, como nunca, exporta 32% del total en productos industriales que no tienen insumos agropecuarios. Y esto desaparecería. Entonces, estamos jugando con fuego. Es un tema complejo que no aparece a la superficie con facilidad pero están promoviendo con campañas engañosas y con aparente piel de cordero, retornar a un esquema que sea continuidad de la década del Noventa. En esa década teníamos 40% de desocupados y subocupados. El total de asalariados percibía la mitad de lo que históricamente percibieron. Eso puede volver a suceder si nos equivocamos. En consecuencia, no me voy a cansar hasta que esté en la tumba de advertirles a los argentinos que ese no es el camino. Pienso en el futuro de mis nietos, no como sudacas exitosos sino realizados acá en la Argentina con verdadera capacidad para desempeñarse y contribuir al éxito del país.

Deseo fervientemente se elabore un Plan de Mediano y Largo plazo que el país no tiene. Fíjense que se establecen retenciones por cuatro años en la resolución. Pero no sabemos qué va a pasar en esos cuatro años. Necesitamos un Plan de Mediano Plazo para saber en dónde se inserta y hacia donde vamos.

Dentro del mismo es básico incluir una profunda reforma tributaria que modifique el esquema regresivo de distribución de riqueza. Sepan Uds. que el 10% más pobre, en todo lo que compra -que son bienes de la canasta familiar y muy poco más- de cada $100 que gasta $34,30 son impuestos. En cambio para los que están en el 10% de la cima, solo el 25,3% son impuestos. Tenemos un esquema profundamente regresivo que debe ser modificado. Hasta ahora han rechazado, tanto el ex presidente como la presidenta, la posibilidad de una reforma tributaria sin dar razones.

Agrego para terminar un párrafo sobre algo que ha trascendido y que, con la suspicacia de todo lo que he vivido, creo ver una vinculación con cierta promesa hecha a algunos sectores del campo. Se habla de un proyecto de “blanqueo de capitales”. Cuando se resuelva definitivamente el conflicto, sería inmediatamente enviado al Congreso. Y como todos los anteriores, también se arguye ahora que es para repatriar capitales.

Esa fábula la dijeron en 1956. Alsogaray incluso emitió el famoso “Empréstito 9 de Julio” en 1960, junto con un blanqueo. En 1966 Onganía firmó otro. En 1976 la dupla Martínez de Hoz-Juan Alemann incorporaron uno más y yo estaba en el directorio del Banco Central cuando Alfonsín hizo lo mismo. Como había puesto la condición para incorporarme que no hubiese blanqueo, me fui dando una conferencia de prensa donde denuncié que también blanqueaban robos de los represores. Si por lo menos lo hubiesen acompañado con una reforma tributaria de fondo que cambie el esquema distributivo y, además, que esté acompañada de un organismo de contralor suficientemente eficiente para que elimine en alta proporción la evasión, era más digerible.
El tiempo dirá que va a suceder.

PREGUNTAS:


PREGUNTA 1: Ud. cree que este tema de la improvisación que ha ganado a los gobiernos nacional, provinciales y municipales en las últimas décadas, Ud. avisora la posibilidad de incapacidad política, técnica del gobierno nacional actual para intentar formular un plan de mediano y largo plazo con los distintos actores sociales visto que lo que con claridad explicó Ud., es decir 1.600 u 800 millones de dólares por una medida que evidentemente parece no justificarse. Y uno observando otros mercados pasa del mercado laboral al mercado energético, al mercado provisional observa que quizá se están desaprovechando oportunidades relevantes. Ud. cree que estamos en condiciones y en capacidad para intentar los distintos actores sociales con distintos intereses en formular un plan de largo plazo y mediano plazo. Y otra pregunta: los sistemas tributarios lamentablemente, como Ud. dijo, en Córdoba y en principio en la Nación, son altamente regresivos, pero lamentablemente los que propusieron esas medidas hace 8 ó 9 años atrás son los que ganaron las elecciones y dado ese estado de irresponsabilidad a mí me gustaría que Ud. pueda explicar claramente por qué ha sucedido eso y todos los que estamos interesados acá en su sapiencia podamos ser difusores de cómo se pueden cometer algunos errores demagógicos que en realidad transforman el sistema tributario en regresivo.

S.TREBER: Hay varias preguntas en una sola pregunta. En principio no quiero pensar mal. Quiero pensar bien. El ex presidente Kirchner y su señora son bastante desconfiados y hay razones para serlo. En consecuencia, se han rodeado en los cargos más inmediatos de responsabilidad, en especial de santacruceños y la experiencia de De Vido para abajo es la de un quiosco (Santa Cruz tiene poco más población que la ciudad de Río IV). En consecuencia, lo que pudieron acopiar de experiencia es muy poca. El país es muy complejo, pero muy complejo. Mire. En una oportunidad yo fui a un Congreso Mundial y el Director del Instituto para Países Emergentes de Berlín, cuando supo que era argentino, no me lo pude sacar de encima. Todos los días venía con una lista de preguntas. Porque estudiaba la economía argentina y cada vez entendía menos. No es un país simple, es un país muy complejo y necesita, correlativamente, de gente formada y capaz. Hay poca en el Gobierno. Pero hay mucha en el país.
Ubiquémonos. De gente formada y no comprometida con sectores de intereses porque para los otros, mejores que estén los improvisados. Claro, los sectores económicamente fuertes cuentan con analistas, lobbistas, especialistas; pero todos para nadar en dirección de los intereses propios. Eso no nos sirve. Les aseguro, por conocimiento del campo de colegas, que hay muchos, absolutamente independientes y de alta formación. Argentina es proveedora de este tipo de especialistas a Latinoamérica y al mundo. Así que eso no falta, aunque no son convocados.
Creo que se puede lograr y que se puede hacer un Plan de Mediano y Corto plazo. Que con la gente que está no se pueda, es otra cosa. Pero si tengo un equipo de football y hay 3 ó 4 “pataduras”, tengo que sustituirlos por otros jugadores con más oficio; sino estoy dando ventajas o soy un idiota.
Se ha perdido tiempo en algunos casos. En el área de Energía no puede generar soluciones si no es mediante un plan de mediano y largo plazo. Si se hubiese tenido plena conciencia de las carencias en el 2003 hoy ya tendríamos la mitad de la solución concretada. No había quien lo advirtiera entonces y por eso ahora estamos corriendo detrás de los acontecimientos. La conducción siempre corre detrás del día siguiente. Es indispensable hacerlo ero eso no quita que existan equipos trabajando pensando en los años siguientes, en las décadas siguientes. Incorporar una central tradicional de energía requiere 4 años; si es hidráulica o atómica, entre 6 y 10 años. Entonces no podemos actuar con el criterio del día siguiente. Tenemos que ir programando en el tiempo pero desde ya y para dentro de 6 años o de 10 años.
Si salvamos este invierno y el próximo no quiere decir que esté resuelto el panorama del país. Esto es ser miope. En consecuencia, insisto, hay con qué hay con quién. Lo indispensable es que lo comprendan quienes deciden.
Si me preguntan a quienes prefiero, a éstos que a los anteriores; no tengo dudas. Porque los anteriores apelaron a los lobbistas y a los especialistas que nadaron en dirección contraria a los intereses del pueblo. Apuesto a que ahora tengamos éxito. Que aportemos ideas, que aunamos esfuerzos, que acerquemos especialistas y que llenemos los huecos, los vacíos y las insuficiencias, que son muchas.
Si alguien escucha y lee todo lo que surge de la oposición, no cuenta una sola idea. Solo hay críticas que esto es malo, que esto es feo, que esto es así que esto es asá. El problema es llegar y después veremos. Y esto para cualquier país es suicida. Tenemos que tratar, siempre, de ofrecer soluciones, de crear alternativas y de ayudar a forjar todos los recursos humanos y técnicos para que el país salga adelante. Porque no es el caso que triunfe un gobierno o un equipo. Lo que está en juego es el país.
Argentina, en tiempos pasados, estaba por encima de Brasil; pero lejos. Hoy somos equivalentes a 1/3 de su P.B.I. ¿Hasta cuándo vamos a resignar posiciones y posibilidades? Eso con respecto a la primera parte de su pregunta.
La segunda parte se refiere a la legislación tributaria provincial y municipal. Uds. saben que en 1999 por cada $100 que se recaudaban de Impuestos a Ingresos Brutos, se sumaban $60 de Impuesto Inmobiliario Rural y Urbano. Hoy por cada $100 que se recaudan de Impuesto a los Ingresos Brutos, se recaudan $12 de Impuesto Inmobiliario Urbano y Rural. ¿Por qué? Desde 1993 las bases imponibles urbanas y rurales no se han tocado.
En una oportunidad me vinieron a consultar las autoridades de los educadores de la provincia a los que el entonces gobernador les negaba un aumento salarial. Y me preguntaron si era cierto que no les podían pagar el aumento. Les respondí que sí. Que en las condiciones estas planteadas tienen razón. Lo que pasa es que han renunciado a recaudar impuesto inmobiliario. Si en este momento lo hubiesen hecho en la misma relación que de 1999, en vez de 280 millones se hubiesen ingresado no menos de 800.
En ese supuesto habría para aumentos, para mejores servicios educativos, de sanidad, rutas y muchas otras cosas. Pero no. Se encaró porque ingresos brutos es un impuesto que “no se ve”. Que se paga dentro del precio de todo lo que uds. compran y aparece como un impuesto “invisible” a los ojos del hombre de la calle, que por eso no patalea. En cambio el Inmobiliario viene en un cedulón, que le hace presente cuánto tiene que pagar. Para evitar una reacción en contra, creen que es preferible dejarlo como está. Y eso le ha dado muchos votos en Córdoba, especialmente en las zonas del campo del centro y sur, en los departamentos más importantes.
Ha llegado a mis manos por una consulta profesional de una operación que se quería pactar a 7.500 dólares la hectárea en Marcos Juárez, y los respectivos cedulones los tenían valuados en 700 pesos. Dicho sea de paso, hoy ya valen 12.000 dólares la hectárea allí. Pero siguen pagándose el impuesto sobre 700 pesos y muchos, aún así, no lo pagan. Es que el tema de los cedulones testigo molestan…
Fíjense Uds. lo que pasa en vuestra y mi Municipalidad. La llamada tasa de servicios a la propiedad no alcanza para pagar ni la mitad de la factura de barrido y limpieza. El tan cacareado argumento de los fallos de la Suprema Corte, reconoce como constitucionales tasas que superen al costo del servicio en un 70% porque ese resto es para financiar las operaciones y los servicios generales. Resulta que en Córdoba no cubre ni la mitad del costo del servicio. Claro que si uds. ahora aumentan el cien por ciento, en todos los diarios y otros medios, van a salir con que es un “impuestazo”. Y lo que tendrían que hacer es agradecer por todo lo que no se les cobraron antes; no por lo que se les quiere cobrar ahora.
Es evidente, no por casualidad, que están dadas vueltas muchas cosas. La mentira, el engaño, el oportunismo, el interés particular, junto con la irresponsabilidad, han sido la característica. Y en eso la administración actual hereda todos los vicios que datan de décadas. De muchas décadas. Con decirle que no se han actualizado las valuaciones del año 1993. Revisen todos los nombres de los que pasaron por esos sillones y encontraran los mas directos responsables.

PREGUNTA 2: Tal vez sea muy ingenuo pero es una inquietud que me aprieta. Así como a nivel nacional siempre está la puja campo-ciudad, a nivel mundial hacen la gran diferencia los países altamente industrializados (o sea los que tienen alto valor agregado en lo que producen y venden) frente a los países de producción primaria sin valor agregado. Caso de Argentina. Ahora ya no somos países en vías de desarrollo sino países emergentes. En el momento oportuno e histórico como ahora, productos como el microchip (para dar un ejemplo) cuando hay hambre no te sirve para nada. Sin embargo aquellos países displicentemente emergentes que producen la comida son necesarios.

S.TREBER: No es tan así. India está generando alta tecnología electrónica y con eso está superando niveles de atraso muy grandes.

PREGUNTA 2: Pero a lo que iba yo es, como en el caso del petróleo por ejemplo, está la OPEP, ¿qué pasa con aquellos que producen alimentos que no son los formadores de precios, estamos pendientes del precio de Chicago?

S.TREBER: Somos tomadores de precios pero en este momento nos favorecen.

PREGUNTA 2: Por qué no hay, si yo produzco algo y es imprescindible a nivel mundial, como liberarnos de estar pendiente de aquellos que nos imponen el precio.

S.TREBER: Vamos a ubicar quienes son los grandes productores. En primer lugar la OPEP no maneja los precios. Las grandes petroleras, las 7 Hermanas, que es el mayor y mas poderoso holding internacional en el que suman fuerzas las grandes petroleras mundiales, trasnacionales, son en buena medida las que manejan este negocio y se apropian de la que toman la mayor parte de lo que se llama la “renta petrolera”.
Pero en materia de producción de alimentos, el primer exportador mundial es EEUU y después están Canadá, Australia, en cierta medida, aunque menor, la Unión Europea y, marginalmente, Argentina y Brasil. EEUU es el primer exportador de maíz, de trigo de soja. Lo que pasa es que la dimensión fenomenal de esa economía hace que parezca muy pequeña la participación.
Será muy difícil que nosotros podamos asociarnos en objetivos comunes. Uds. saben que estamos en el período de la ronda de Doha; con que es una sucesión de negociaciones dentro de la Organización Mundial de Comercio a los efectos de establecer normas. Y Argentina junto con Brasil, Sudáfrica, India, China, pretenden que se eliminen los famosos subsidios y Brasil amagó “abrirse”. Aquellos nos prometen para el 2013 y en el 2013 nos van a prometer para el 2020. Esto es un viejo cuento…
Mientras tanto pretenden que nosotros eliminemos los aranceles para la entrada de sus productos industrializados. Y si nosotros no aceptamos somos “intolerantes”. Hasta ahora Argentina tiene una posición correcta junto con el grupo llamado BRIC (Brasil, Sudáfrica, India y China). Esta es una gran pulseada en la que nosotros tenemos que ser realistas. Esto es lo que tenemos y a veces algún “socio” vacila.
Lo que tenemos que saber es, que si no nos diversificamos es posible que la mitad del país se vaya a morir de hambre y la otra mitad irá al Paraíso. El costo de lo que está en juego es muy alto. No podemos transformarnos de tomadores a formadores de precios porque no nos da el cuero. Además, en este momento, los formadores están superados. La situación de los precios internacionales obviaron a Chicago, superaron a Londres y a todos los demás mercados de concentración.
En consecuencia este es un momento especial para Argentina, en que justamente los que nos ahogaron siempre con bajos precios hoy no pueden hacerlo. Incluso están reivindicando que se bajen los precios de los alimentos porque ahora recién se acuerdan que los pobres africanos se van a morir de hambre.
En vez de trasmitir -aunque sea un décimo- el presupuesto militar con lo que se resolvería el hambre de todo Africa, nos piden a nosotros que bajemos los precios.

PREGUNTA 2: Estaría latente la doctrina Kissinger la que se aplicó después del 73 cuando el boicot petrolero, cuando dijeron esta vez nos tomó por sorpresa. La próxima vez lo que necesitemos lo tomaremos por la fuerza.

S.TREBER: Eso fue en octubre del 73. Ya en la siguiente crisis del 79/80 ya no los agarraron con reservas por 15 días sino por 6 meses y les doblaron el brazo a los de la OPEP. Son lo suficientemente capaces como para no tropezar dos veces con la misma piedra.

PREGUNTA 3: Con la reforma introducida a la Resolución 125 con respecto al techo quedó realmente superado el problema de los futuros.

S.TREBER: La última versión era buena. No obstante, en la óptica de De Angelis no sirve para nada; pero es porque ellos están “en negro”. Como eso no se puede decir hay que argumentar cualquier otra cosa.

PREGUNTA 4: Podría repetir las cifras del total de las retenciones y por sector y de los subsidios?

S.TREBER: Como no. El año pasado la recaudación de retenciones de todos los sectores fue de 20.450 millones dentro de una recaudación total cercana a los 200 mil millones de pesos. Así que fue poco más del 10%. Hoy justamente le corregí a un periodista, en un reportaje, porque me apuntó “sí pero no se coparticipa”. La Constitución dice que eso no se coparticipa. Modifique la Constitución en todo caso. Pero esa no es una cifra fabulosa, es solo un 10%. Se aventuran datos falsos y están todos engañados y engatusados porque se fabula mucho y se oculta lo que realmente sucede. Además, se requiere un mínimo de información fehaciente.
Menos de dos tercios surge del sector agropecuario y el resto de otros productos; especialmente de la exportación de petróleo. Si no hubiese retenciones en el caso del petróleo, nosotros pagaríamos tres veces más como sucede en el resto de los países de Latinoamérica y Europa.
Si Uds. reparan los acontecimientos de España con los camioneros y donde Zapatero, pese a ser de extracción socialista, se acordó que tenía 20.000 efectivos antidisturbios y los sacó a puntapiés de la ruta. Como allí no hay subsidios ni retenciones (y yo expliqué que las retenciones operan como un esquema de subsidios) no hay más remedio que pagar el precio real. Nosotros pagamos los combustibles a 42 dólares y en el mundo está a 140, pues se retiene la diferencia al exportarlo.
Y eso también sucede con una cantidad de otros productos. Los alimentos en el exterior cuestan 3 veces lo que en Argentina. Nosotros mantenemos un alto tipo de cambio pero para los alimentos las retenciones los bajan. Operan, en alguna medida, como el centinela de nuestros costos internos, nos guste o no nos guste. Ese es el rol de las retenciones.
Los subsidios, el año pasado, representaron 17.500 millones de pesos distribuidos en transferencias a energía, las panificadoras, la leche y promoción del consumo general.
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martes, 25 de noviembre de 2008

Con uñas y dientes. Documento del Plan Fénix

En el curso del corriente año, la Argentina ha atravesado circunstancias, en los planos económico y político, que han deparado desafíos de magnitud. Entre ellos, se cuentan la crisis política ocasionada por la discusión en torno de la movilidad de las retenciones a las exportaciones agrícolas, la reestatización de las jubilaciones y el nuevo contexto que se perfila a partir de la implosión del sistema financiero internacional. Ello ha motivado respuestas diversas desde el ámbito gubernamental; entre ellas, la ratificación del anterior régimen de retenciones agrícolas, el anuncio de la cancelación de la deuda con el Club de París, la posible reapertura del canje de la deuda, y por último la reciente propuesta de restablecimiento del carácter solidario para el conjunto del sistema previsional argentino. En un escenario complejo no hay cabida para análisis y recomendaciones simplistas. Una vez más, desde el Plan Fénix sometemos a la discusión pública nuestra apreciación acerca de la actual situación y los cursos de acción a seguir.

El conflicto entre Gobierno y sector ruralista marcó el ritmo político –más quizás que el económico– de la primera mitad del año, tanto por su extensión en el tiempo como por sus repercusiones en diversos estamentos sociales y políticos. El fragor de las medidas de fuerza –que en algún momento llegaron a comprometer el abastecimiento de la actividad productiva y el consumo, además del nivel de las exportaciones primarias– y cierta intemperancia en la postura y los procedimientos oficiales llevaron a un dramático desenlace parlamentario, que implicó retrotraer las medidas originalmente adoptadas por el Gobierno. Sin duda, fueron poderosos los intereses en juego y no siempre actuaron éstos de modo transparente ni legítimo; tal es el caso de los sectores proveedores de insumos y de la exportación agrícola.
El régimen adoptado a la postre tuvo efectos relativamente neutros sobre la rentabilidad agraria, por la caída de los precios de los productos primarios involucrados en el mercado internacional; incluso, resulta claro ahora que la normativa finalmente derogada habría sido más favorable para los productores de menor escala.
Ahora bien, conviene llamar la atención sobre dos aspectos de importancia en relación con este episodio.
En primer lugar, en su gran mayoría, la producción agrícola objeto de debate no se encontró –en momento alguno– en real peligro en cuanto a su viabilidad. No se trató de un debate acerca de la supervivencia de un sector, sino de una batalla por la apropiación de la renta agraria.
En segundo término, se soslayó una cuestión de fondo que resulta esencial: la de la adecuada política cambiaria que la Argentina debe adoptar. Como ya señaláramos en documentos anteriores, en la economía argentina abundan los recursos primarios. Ellos no permiten sin embargo el sostenimiento de la totalidad de su población, ni tampoco aseguran la sostenibilidad externa. Resulta imperativo entonces la vigencia de un tipo de cambio diferencial, que viabilice un modelo de desarrollo capaz de combinar del mejor modo las actividades primarias e industriales. Un modelo, por lo demás, para el que la Argentina ha mostrado aptitud tanto en el pasado lejano –hasta fines de los años ’70– como durante el último ciclo de crecimiento, iniciado luego de la debacle de 2001-2002. Este es el sentido de las retenciones, caricaturizadas tan frecuentemente como una “arbitraria” o “distorsiva” medida fiscal. Por el contrario, se trata de un instrumento que, en un adecuado contexto de políticas, apunta a la vez al desarrollo productivo, a la creación de empleo y a la redistribución del ingreso. Muy poco acerca de estas importantes cuestiones ha salido a la luz en la polémica pública, ni siquiera por parte de los sectores manufactureros que tienen un objetivo interés en ella. Antes bien, se escucha ahora a voceros rurales –acompañados por algunos actores políticos– que piden lisa y llanamente la eliminación de las retenciones. Una postura inaceptable en las presentes circunstancias, ya sea desde el punto de vista distributivo como desde el de una sana política de crecimiento (aun en el hipótetico caso de un contexto que asegurase holgura fiscal).
De hecho, la revaluación cambiaria operada en los últimos meses –ligada a una sostenida inflación– parece reflejar, además, una menor capacidad de compra de divisas por parte del Estado. En consecuencia, lo ganado en el campo impositivo por el sector de la producción agroexportable se había perdido –en buena medida– por efecto de la apreciación cambiaria. Este proceso acarreó además serias dificultades a la exportación industrial, que ha mostrado en el pasado una performance excepcionalmente dinámica (un incremento de alrededor de 100 por ciento, en relación con 1998). Es indispensable, en este punto, insistir en la necesidad de la recuperación de un tipo de cambio real de nivel competitivo, que permita contribuir al equilibrio externo y al desarrollo manufacturero exportador; la evolución más reciente parece apuntar en tal sentido. Sólo el sostenimiento en el largo plazo de una política de este tipo permitirá cambiar el perfil productivo y el nivel y el carácter del empleo en nuestro país.
Al mismo tiempo, la cuestión agraria debe ser encarada desde un enfoque integral, que supere la discusión puntual acerca de las retenciones. En particular, debe avanzarse en un proceso de diversificación, que revierta la excesiva concentración en el cultivo de soja, en perjuicio de otros cultivos, de la ganadería y de la actividad lechera. Se requiere de medidas prontas, antes del inicio de la próxima campaña. También se deberán definir y sostener activas políticas a favor de las pequeñas explotaciones familiares, consolidando la propiedad de sus tierras y apoyándolas tanto en los aspectos técnicos como crediticios.
La derrota parlamentaria parece haber derivado, por momentos, en una deriva parcial del Gobierno hacia la agenda planteada desde la oposición. Los anuncios de las reaperturas del canje a los holdouts y de las negociaciones con el Club de París son claros ejemplos de cursos de acción que parecieron satisfacer –en un momento particularmente inadecuado– el reclamo de ciertos sectores empresarios y de la “ortodoxia” económica a favor del retorno al mercado de capitales externos.
En el actual escenario –caracterizado por una inédita crisis financiera internacional– no resulta conveniente, esto parece casi obvio, que estas instancias sean abiertas. Resulta de todos modos esencial, en caso de avanzarse en este sentido, que el país se asegure condiciones dignas y sostenibles de refinanciamiento. Esto debe ser especialmente cuidado en el caso de la renegociación de los préstamos garantizados, para los que no deben aceptarse tasas de interés excesivas tratándose de un país que muestra un razonable nivel de solvencia.
Por sobre todas las cosas, debe asegurarse la sostenibilidad en el tiempo del crecimiento a partir de la capacidad local del ahorro, evitando caer una vez más en las históricas actitudes mendicantes que han sostenido (y sostienen) el carácter “inevitable” de un alto nivel de endeudamiento externo. Estas posturas le han costado en el pasado grandes sufrimientos a la Argentina, cuando los ciclos de toma de crédito externo culminaban, sucesivamente, en profundas e irremontables crisis. Hoy día la Argentina ha alcanzado los más elevados niveles de inversión sobre el producto de los últimos 20 años, con una cuenta externa de capital excedentaria (no deficitaria, como lo fue –por ejemplo– durante la convertibilidad).
La crisis internacional
La implosión del sistema financiero internacional constituye un evento inédito en la historia mundial reciente, a menos en los últimos 80 años (un período que equivale al de más de tres generaciones). Ello plantea un escenario complejo, a la vez que brinda enseñanzas que deberán ser capitalizadas.
Como es sabido, el factor que ha detonado este episodio es la insolvencia de una parte de la deuda hipotecaria de los Estados Unidos. Sus efectos se han visto potenciados, en virtud de mecanismos de “apalancamiento” (multiplicación) que generaron una plétora financiera de enorme alcance, caracterizada por un notable expansión de múltiples burbujas durante un largo período de tiempo, que fue facilitado por la pasividad de los reguladores financieros de los países centrales. Se facilitó el desarrollo descontrolado de significativos segmentos del negocio financiero, todo ello sustentado por una doctrina –con pretensiones de “ciencia económica”– que ha hecho del “libre mercado” una suerte de dogma milagroso que ahora muestra su engaño (como suele ocurrir siempre, a la larga, con los dogmas y muchos supuestos “milagros”).
Este fenómeno reconoce a su vez un conjunto de causas. El enorme grado de endeudamiento de la población estadounidense unido a su agresiva estrategia bélica ha sido en realidad el vehículo a través del cual se han motorizado los abultadísimos pasivos externos de su economía. Ello ha resultado de la acumulación de déficit casi permanente en su cuenta corriente externa, a un promedio de 2,5 puntos del PIB en los últimos 25 años. La particular dimensión e inserción de la economía americana, el reconocimiento de su moneda como reserva de valor y un favorable desempeño en términos de crecimiento han permitido “sustentar”, entonces, este ciclo de extraordinaria expansión de los pasivos durante un período de tiempo tan largo. El sistema financiero estadounidense compensó así con deuda los déficit corrientes externos; la “burbuja” financiera fue, entonces, una instancia inevitable de la pervivencia de este singular patrón de “expansión” (posible, por otra parte, debido a la acumulación indefinida de reservas en dólares por parte del resto del mundo).
Todo esto parece estar en vías de mutación, por obra de una crisis cuya magnitud aún no se puede avizorar con suficiente claridad, pero que ya brinda un conjunto de enseñanzas.
Por lo pronto, la entronización del mercado como institución central, fundante, impuesta con particular fuerza desde fines de los ’70, ha mostrado ser –una vez más– una opción a la postre inviable. En particular, los procesos de valorización financiera descontrolada no sólo contribuyen a anarquizar los mercados de capitales sino que también “atacan” desde diversos flancos a la economía real y al empleo, induciendo espirales acumulativas que terminan desestabilizando a la actividad económica, corroyendo los lazos sociales y, finalmente, dañando gravemente a los propios Estados-Nación. Instalan el despilfarro, la polarización en la distribución de la riqueza y los ingresos, la desvalorización del trabajo a favor de la especulación y la “economía-casino” y, finalmente, la anomia moral.
No resulta un hecho casual que el sector financiero haya sido el que con mayor insistencia ha machacado acerca de la necesidad de “liberar” el accionar individual de toda traba estatal. Paradójicamente resulta, a la vez, el sector menos robusto, el que –invariablemente– debe recurrir al auxilio generoso del Estado ante la amenaza de crisis sistémica. Entonces sí, ante el peligro de muerte, se apela al carácter de “servicio público” de la actividad financiera, impulsándose la socialización de las pérdidas para conservar el patrimonio en manos privadas.
De hecho, las respuestas que comenzaron a estructurarse han mostrado el papel que los Estados deben de todos modos jugar –de modo imperfecto y tardío en este caso– en cuanto agentes de la sociedad civil, para encauzar las tendencias perversas gestadas por decisiones meramente individuales en ámbitos puramente mercantiles. Se ha visto, además, la necesidad de emprender acciones globales unificadas –todavía al casi exclusivo nivel de los países centrales y sin considerar debidamente los intereses del resto del mundo– a fin de evitar la propagación de efectos en cadenas.
No puede negarse que los efectos de esta crisis internacional llegarán a nuestro país (esto ya ocurre, de modo aún limitado). Pero, al haberse interrumpido abruptamente el proceso de endeudamiento operado durante la vigencia de la convertibilidad, Argentina se encuentra hoy –en principio– menos expuesta, al menos en el “canal financiero” de propagación de la crisis. Su dependencia del ahorro externo es hoy día más baja y tampoco ha sido especialmente relevante el rol de los movimientos de capitales de corto plazo. Esto es también atribuible a las restricciones implementadas a este tipo de operaciones, que deben ser perfeccionadas.
Esto no es óbice, sin embargo, para que se adopten medidas de salvaguardia, en particular en lo atinente a la balanza comercial y al componente de servicios financieros de la cuenta corriente. Estas medidas deben hacer pie tanto en la economía real como en el sector financiero, apuntando a preservar los equilibrios externo y fiscal, a fin de asegurar márgenes de maniobra al Estado, que es en última instancia el que debe garantizar el marco de estabilidad y crecimiento posibles. Una temática que requiere atención, en este proceso de adaptación a las nuevas circunstancias internacionales, es el del ritmo inflacionario. Al respecto, debe asegurarse el mantenimiento de los equilibrios macroeconómicos; a este fin, además, es indispensable generar un ámbito donde las pujas distributivas sean dirimidas en beneficio del conjunto.
En tal sentido, la intención recientemente anunciada de restablecer un sistema previsional solidario, más allá de representar un paso de importancia histórica, constituye una decisión en el sentido correcto por dos razones. Por un lado, permitirá un nivel de ingreso futuro a los beneficiarios que el sector financiero privado no ha sido capaz de otorgar, al someter el valor de las cuotas-parte al vaivén de mercados intrínsecamente inestables (y a la previa punción de “comisiones” escandalosas). El cambio indispensable demanda, a futuro, una administración transparente y criteriosa de los recursos involucrados (que evite los históricos desvíos públicos que en los años ’90 formaron parte de los argumentos “vendedores” del inconsistente “régimen privado” hoy a punto de terminar su ciclo). Por el otro, otorga una base adicional de sustentación al Estado, en las turbulentas circunstancias actuales (y las previsibles). Desde ya, las medidas reformistas deberán ser acompañadas de adecuadas salvaguardias acerca del empleo de los recursos que se acumulen bajo gestión pública, a fin de asegurar su retorno en tiempo y forma para el pago de los beneficios.
En el plano regional, por otro lado, la actual coyuntura debe resultar propicia para afianzar la estrategia de inserción internacional que tiene como pilar a un Mercosur que se proyecta hacia el espacio regional a través de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). La integración sudamericana es una de las opciones estratégicas de los gobiernos de la región que permitirá sintetizar el objetivo de una mejor inserción internacional de sus países, a la vez que genera condiciones de paz y desarrollo integral que puedan dar respuesta a las aspiraciones enraizadas en nuestra historia y geografía comunes. Deben construirse, para ello, instituciones y mecanismos que permitan avanzar en el tratamiento de los inevitables conflictos que conllevan estos procesos.
De esta manera, desde el Plan Fénix destacamos nuevamente que la integración regional debe constituir un capítulo central de la política exterior argentina, principalmente por ser el espacio económico y político ampliado con mayor potencial para sustentar el modelo de desarrollo interno del país. La crisis actual debe motorizar entonces esfuerzos en este sentido, previniendo eventuales salidas individuales que en definitiva resultarían estériles.
Conclusiones
La Argentina ha enfrentado en el curso de este año vicisitudes que han planteado desafíos y la necesidad de definiciones. El futuro inmediato se perfila, a su vez, como un escenario problemático, en comparación con el entorno en el que se desarrolló la actividad económica durante los últimos cinco años. Se requiere diseñar y avanzar entonces en respuestas inmediatas y eficaces. Pero, más allá de lo que dicten la coyuntura y la nueva estructura eventualmente resultante del desarrollo de la crisis global, resulta imperativo desarrollar una visión de largo plazo, que dé marco y sentido a las decisiones cotidianas.
Una vez más, tal como hemos señalado en forma permanente desde el Plan Fénix, se requiere explicitar definiciones estratégicas, que marquen un rumbo claro: proteger y fortalecer el desarrollo primario e industrial; diseñar e impulsar un patrón de crecimiento e inserción diversificado; salvaguardar los avances sociales logrados y avanzar para saldar la brecha social persistente, incorporando a través del sistema educativo y del mundo del trabajo a todos los argentinos; progresar en el esfuerzo de equilibrar la distribución del ingreso; y, crucialmente, fortalecer las posibilidades del ejercicio activo de las responsabilidades de la ciudadanía, asegurando el libre acceso a una información confiable en los medios de comunicación y transparencia en el ejercicio de la función pública. Estos principios deben ser corporizados en un plan que brinde un marco coherente al accionar diario del Estado y demás actores sociales.
La vocación a favor del impulso de estos principios debe ser reiterada cotidianamente, en la práctica concreta de todos nosotros, en especial cuando episodios de origen interno o externo se presentan como serias amenazas. Su concreción sólo podrá ser efectiva a través de la constitución de una coalición social y política amplia, consistente y sólida. Esta es la tarea política aun pendiente, cuando se presentan –operando en sentido contrario– algunas tendencias centrífugas que apuntan a la fragmentación.
Los argentinos debemos, sobre las bases acordadas de un proyecto nacional para el Bicentenario, comprometer todos los esfuerzos necesarios para consensuar acciones que, dirigidas a defender nuestros recursos y potenciales, nos lleven a la consolidación de un pacto social y productivo transformador de larga duración. Persistiendo en las ideas y las acciones pertinentes, convirtamos los argentinos esta crisis en una oportunidad.


Publicado en el diario Página 12 – 09-11-2008
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El ocaso de la matemática financiera. Por Rosendo Fraga

Hasta el estallido de la crisis financiera mundial, en 2008, el hombre clave para el sistema financiero era el matemático. Las finanzas, que hasta la década pasada estaban dominadas por los economistas, habían pasado a ser el ámbito de dominio de los matemáticos.
Los bancos seleccionaban los mejores promedios en matemáticas de las universidades, rápidamente los ponían a trabajar con grandes sueldos y generosos bonus, y estos jóvenes y aguzados cerebros, entrenados para las ecuaciones, generaban las que permitían multiplicar sin control el valor del dinero virtual. Los bancos estaban presididos por banqueros, pero éstos administraban, promovían y vendían un nuevo sistema elaborado por los matemáticos. Las ecuaciones que generaban los jóvenes expertos en esta materia, en la mayoría de los casos, escapaban a la comprensión de los banqueros tradicionales, que usufructuaban los beneficios que generaban los primeros. En los últimos años se fue incorporando cada vez más matemática a las carreras de Economía y Finanzas, y la cantidad de horas dedicadas a dicha disciplina en una determinada carrera había pasado a ser indicador de su calidad y nivel. En la segunda mitad del siglo XX, los economistas fueron criticados más de una vez por su desconexión con lo político y lo social, por considerar la realidad sólo como un número. La ley de la oferta y la demanda no deja de tener una relación con lo social. Marx plantea una teoría de interpretación de la historia y la economía al mismo tiempo, que después se transforma en ideología. Lord Keynes, que vuelve a estar de moda por las semejanzas con la crisis de los años treinta, no sólo era un economista sino un profundo humanista, que tomaba posiciones muy definidas y muchas veces incorrectas para la época. En nuestro país, Belgrano (que era abogado, político y militar) fue quizá nuestro primer economista. Alberdi, además de ser el inspirador de la Constitución de 1853, también fue un pensador económico, como lo mostraron sus trabajos sobre el sistema rentístico. En la Generación del Ochenta, tanto Carlos Pellegrini como Vicente Fidel López fueron pensadores y actores políticos y culturales, además de escribir sobre economía y ser los precursores de la protección de la industria. Probablemente Frondizi fue el último líder político con comprensión simultánea de los problemas políticos, económicos y sociales. El economista recién se diferencia de la realidad política y social en la segunda mitad del siglo XX, y la economía pasa a ser una ciencia específica y más aislada de los demás saberes en esos años. Pese a ello, más de un economista ha mostrado vocación por lo político, y la Argentina tiene varios ejemplos de ello en la historia contemporánea. Pero es muy difícil encontrar matemáticos que se hayan dedicado a la política o las ciencias sociales. En una visión sociológica, detrás del estallido de la burbuja financiera de los derivados, creo que está el hecho de que las finanzas en manos de los matemáticos terminaron fuera del control de banqueros y economistas, además de no ser materia de la regulación estatal. Las matemáticas son una disciplina fundamental para el desarrollo del pensamiento, y el hecho de que la computadora haya dejado a un lado antiguos mecanismos de enseñanza, como los concursos de cálculo mental, no contribuye al desarrollo del pensamiento. También es cierto que las matemáticas resultan fundamentales para el desarrollo científico, tienen una relación con la lógica y hasta con la filosofía y permiten una tarea de cuantificación sin la cual se harían imposibles los diagnósticos en el mundo moderno, y sin ellos no se podrían tomar decisiones adecuadas. Pero el haber dejado el sistema financiero en manos de los matemáticos, además de haberse demostrado negativo por sus resultados, refuerza la idea de que es necesario humanizar las ciencias exactas o duras, sobre todo cuando sus consecuencias afectan a la humanidad.

*Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.




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