viernes, 30 de noviembre de 2012

Claudio Loser: "El fallo de Griesa es el resultado del doble discurso del gobierno"


El fallo del juez Thomas Griesa activó una cuenta regresiva para la Argentina: el 15D. La justicia de EEUU ratificó que el Gobierno deberá pagar antes del 15 de diciembre el 100% de lo que reclaman los bonistas en default, casi u$s1.500 millones si se toman en cuenta los intereses. 

Aunque la cuenta regresiva ya comenzó, el Gobierno presentará su posición ante laCámara de Apelaciones este lunes, y desde ese día, se hilará una nueva historia. Pero cualquiera sea la decisión que tome el Gobierno, el economista argentino Claudio Loserasegura que la Argentina atravesará un costo económico o político.
“El costo económico es no pagar, no usar los recursos que tiene el país”, dice el ex director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Loser señala que si el Gobierno paga, tendrá un costo político interno dentro del kirchnerismo. “Van a decir que está perdiendo la fuerza que tenía. Por no negociar de manera más flexible, la Argentina no tiene acceso a los mercados de capitales”, dice el economista. 
En una entrevista telefónica con Infobae desde Miami, se muestra crítico con el Gobierno, mientras analiza el posible impacto de un default técnico en la economía argentina. Y se esperanza con que esta vez, se aprenderán las consecuencias de un“doble discurso”.

-¿Lo tomó por sorpresa el fallo del juez Griesa?
No me tomó por sorpresa el fallo, pero sí que haya sido tan rápido. Me sorprendió que (el juez) haya dicho que tenía que tomar esa decisión por las declaraciones que hizo el Gobierno. Las declaraciones ponían en duda la intención real de la Argentina de aceptar un fallo.
-¿Considera que las declaraciones del Gobierno fueron muy fuertes?
El Gobierno argentino siempre declaró así, pero nunca le pasó nada porque se decía que esto era parte del doble discurso. Pero a los fines judiciales, donde en Estados Unidos el Poder Judicial es realmente independiente, el hecho que la Presidenta, el ministro de Economía (Hernán Lorenzino) y miembros del Gabinete hayan dicho que no se iba a pagar, era como decir `no importa lo que diga el juez, nosotros no le vamos a hacer caso’. Por eso el juez Griesa actuó, y (el fallo) es el costo del doble discurso.
-¿Hay antecedentes de terceros países que hayan apelado a la Cámara en EEUU?
No soy abogado, pero no recuerdo una situación así. Países como Rusia en los años 90 u otras naciones como Ecuador se enfrentaron con situaciones complicadas, pero nunca esta situación. La apelación es parte de un proceso judicial y sucede con cualquier país, aunque no recuerdo ningún otro caso como éste.
 -¿Cómo analiza la respuesta de la Argentina luego del fallo?
La Argentina ha tenido doble acción y doble discurso, y cuando las cosas no le han resultado favorables, como los juicios arbitrales en el Banco Mundial, no lo cumplieron. Pero si van a apelar al Estado de derecho que todos queremos que exista en la Argentina y el resto del mundo, pero decimos que no vamos a hacerle caso si va en contra nuestra, debilita la capacidad de acción y el respeto que puede tener la Argentina.
-Pero el Gobierno de los EEUU, específicamente la Reserva Federal, tuvo una actitud favorable hacia la Argentina…
Es cierto, fue una actitud de simpatía, pero en última instancia la Argentina debería haber sido más cuidadosa en términos de lo que decía. No puede ser impune tanto en la palabra como en la acción. Nadie debe ser impune, por cierto. Si los fondos buitres y otros acreedores pierden en la apelación, se las van a tener que aguantar. Y el otro tema es que los fondos buitres han sido muy cuidadosos, no han dicho que no le iban a hacer caso al juez.
-También se dijo que de aceptarse el fallo de Griesa, es un mal antecedente para las actuales deudas que están contrayendo los países europeos por la crisis. ¿Esto es así?
No tanto, porque en los nuevos contratos que se renegocian tiene que haber una mayoría para cambiar los términos del contrato. La Argentina tenía una estructura vieja de hace 10 años por la que había que tener un 100% de aprobación de los bonistas. Se movió esto al 80%, que se conoce como “mayoría clave”, y en el caso de haber holdouts, son minoría y pierden el voto.
-¿Cuál sería una solución para la Argentina?
Creo que hay que ser pragmático. Aunque por suerte no es igual, hago un paralelo alcese de fuego entre Gaza e Israel: pueden no estar de acuerdo, pero hay que encontrar una solución y un lenguaje común que deje satisfecho a los dos. Los abogados de ambas partes son de primera línea y pueden encontrar alguna apertura, pero a mi juicio, el costo para el Gobierno argentino es político e interno. Puede ser muy alto, porque van a decir que está perdiendo la fuerza que tenía. Por no negociar de manera más flexible, la Argentina no tiene acceso a los mercados de capitales que podría haber tenido.  
-¿Cuál puede ser el impacto en la economía real si la Argentina entra en un default técnico?
No conozco en detalle las cláusulas, pero un default técnico podría abrir a que los acreedores tomen acciones no sólo contra el Gobierno argentino, sino también contraexportaciones argentinas. Podrían tomar medidas muy drásticas para que se cumpla esto. Incluso podrían ir al Bank for International Settlements (BIS) y decir que laprotección que tienen las reservas hay que eliminarlas, pues la Argentina no cumplió con las obligaciones.
- ¿Cree que con este fallo el Gobierno aprendió una lección?
Creo que sí. Puedo estar en desacuerdo con muchas cosas sobre este Gobierno, pero no es un gobierno irracional. Son inteligentes y éste es un shock muy importante que les tiene que enseñar una lección. La Argentina tiene que entender que tienen que hablar con lo que ellos consideran el enemigo, porque políticamente es muy costoso.
-¿Es un costo más político que económico?
El costo económico es no pagar, de no usar los recursos que la Argentina tiene. El costo de pagar es puramente político, dentro del movimiento kirchnerista. Hasta ahora no se veían las consecuencias claras de no pagar, ahora están en el horizonte, sin hablar de lo que puede pasar con la deuda al Club de París, donde también hay un proceso lento de debilitamiento de la Argentina, porque los países le votan en contra en los organismos internacionales. 

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